Todo comenzó con una denuncia de un vecino, acerca de que se estaba realizando una presunta conexión ilegal de agua o gas, rompiendo el nuevo asfalto de Camino General Belgrano. Los dos jovenes operarios, que portaban la remera distintiva de la firma Cosugas, trabajaban sobre la vía pública con picos y palas, perforando la calzada del lado Este haciendo tres pozos en total. 

El objetivo de dicho trabajo era extraer agua y así poder hacer una conexión clandestina, haciéndola pasar por debajo de la calzada hacia el barrio que está frente al Papa Francisco.

Los efectivos llegaron al lugar con apoyo de la Policía Local de Quilmes. Allí se encontraba una camioneta blanca marca Kia de una mano, mientras que en frente tenían un compresor color verde con ruedas y gancho con la inscripción “Sullar”. Por su parte, los supuestos empleados de Cosugas fueron identificados el primero como un chofer y el segundo un operario.

ENGAÑO
Cuando se solicitaron los papeles del vehículo, el conductor no poseía constancia de seguro ni registro, pero exhibió tres órdenes de trabajo intentando justificar que estaban autorizados a realizar dicha conexión. Sin embargo, los efectivos dieron cuenta de que las boletas presentadas tenían otro domicilio, no cayendo en el engaño de los sujetos y procediendo a incautar los papeles y las herramientas.



A esa altura de los hechos se presentó un grupo de vecinos del barrio La Odisea, quienes reclamaron que los operarios “no estaban autorizados a romper el asfalto y hacer los pozos para extraer agua y llevarla a otro barrio”, dando cuenta asimismo de que estaban padeciendo la falta de dicho servicio en sus viviendas. 

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IMPUTACIÓN
Los presuntos empleados de Cosugas terminaron detenidos y trasladados junto con todos los elementos incautados al asiento de la seccional Quinta bajo la imputación de “posible comisión de delito de acción pública”, con intervención de la Fiscalía Nº 5 del Departamento Judicial Quilmes.