La Copa Argentina, que suele entregar capítulos asombrosos con historias en las que un David vestido de futbolista con frecuencia derriba a Goliat, esta vez permitió que la lógica hiciera su trabajo.

El equipo de Eduardo Domínguez arrancó de la mejor manera la defensa de su conquista del pasado mes de diciembre al derrotar sin mayores sobresaltos al elenco cordobés, que presentó una más que digna batalla sin resignar su estilo de juego en ningún momento ante un rival con una gran historia en el fútbol argentino.

En el duelo que se disputó en el estadio de Lanús todos los focos estuvieron puestos en la vuelta oficial de Enzo Pérez, que hizo gala de su tradicional jerarquía y estuvo en cancha hasta los 16 minutos del complemento, cuando fue reemplazado por Fernando Zuqui.

Casi desde el arranque fue el Pincha quien impuso condiciones y logró la apertura del marcador a los 19 minutos de la primera etapa, de la mano de Javier Correa en su primer encuentro oficial desde su arribo al equipo de La Plata. Antes del pitazo final a esa primera parte apareció el uruguayo Mauro Méndez que la paró en la medialuna del área y definió para marcar el 2-0 producto de un gran derechazo.

En el complemento hubo un lógico bajón en el rendimiento de Estudiantes, con el que Argentino aprovechó para nivelar el campo de batalla aunque sin poder vulnerar la resistencia del debutante Juan Pablo Zozaya. Sobre el final del duelo hubo dos penales en favor del Pincha, uno pateado por Pablo Piatti que detuvo con gran clase Alexis Bonet y uno más que esta vez sí fue gol producto del disparo de Méndez, que firmó su doblete para marcar el 3-0 definitivo en La Fortaleza.