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Ricardo Luis Mascheroni, docente
02/07/2020
1 y 3 de julio: Tres hombres y una continuidad histórica
1 y 3 de julio: Tres hombres y una continuidad históricaEn las fechas del 1º y el 3 de Julio, se recuerda el fallecimiento de tres personajes centrales en la historia política de nuestro país, cuyos legados se mantienen hasta nuestros días con proyección de futuro.

Un 1º de Julio de 1896 muere Leandro N. Alem, quien le diera vida y una impronta principista a la U.C.R., también en esa fecha pero del año 1974, fallece el tres veces presidente Juan Domingo Perón, iniciador del peronismo y del Partido Justicialista.

Y el 3 de Julio de 1933 se produce la desaparición física de Hipólito Yrigoyen, primer presidente argentino en ser elegido democráticamente, por medio del sufragio secreto y obligatorio y fundador de la U.C.R.

Sus vidas, en la actualidad cobran una importancia vital en la construcción de los grandes movimientos nacionales y populares de la Argentina, sobre todo cuando importantes sectores sociales, del trabajo y la producción intentan reconstruir una patria para todos, después de 4 años de un neoliberalismo perverso y antinacional, pocas veces visto en el país.

Más allá de errores y aciertos, visiones y posiciones partidistas, nadie puede negar, que para pergeñar una Argentina soberana, igualitaria, democrática y con justicia social, se pueda prescindir de este triple legado que hace a nuestra esencia y nacionalidad.

Los tres por igual fueron escarnecidos, atacados y vilipendiados por la oligarquía nativa en alianza con los grupos de poder internacionales y los grandes medios de comunicación, pese a ello y como contrapartida, siempre contaron con el amor y acompañamiento de los sectores más desprotegidos del pueblo.

En estas fechas conviene reflexionar seriamente, si en la difícil situación nacional, estamos dispuestos a caminar juntos, con generosidad, respeto y solidaridad un sendero de encuentro duradero, en pos de lograr un destino común, que dé cabida a todos los que pensamos parecido, y que permita honrar a nuestros antecesores en esa realización.