En diálogo con la señal de noticias TN, el Magistrado entendió que el tema de la inimputabilidad “es más emotivo que de la agenda de seguridad” ya que “siempre nos horrorizamos cuando un menor participa de un hecho tan grave como la muerte de otra persona” pero “cuando uno revisa las estadísticas la delincuencia juvenil es tan mínima que ni siquiera provoca zozobra en los números mayores de la inseguridad”. 

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“Entiendo el drama de las personas, hablo con familiares de víctimas y en algunos casos entiendo su desconsuelo. Pero hay que evitar el discurso en el cual se confunde la justicia con la venganza y se coloca la represión antes de la protección y la promoción de los niños”, resaltó Ramos. 

Si bien el Juez entendió que la sensación social que se produce cuando el acusado por un homicidio tiene además antecedentes “es de que entra por una puerta y sale por la otra”, remarcó que la provincia de Buenos Aires “tiene un fuero especializado en lo penal juvenil en el que, aún siendo inimputable, se le puede aplicar una medida de seguridad”. Dicho instrumento, aclaró, “es por corto tiempo y tiene por finalidad analizar los rasgos de personalidad (del menor), su entorno familiar y la mejor manera de reinsertarlo socialmente”. 

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“Este ‘compás de espera’ implica ciertamente la privación de libertad del joven, que se lleva a cabo en lugares especiales. En la práctica dura entre 60 y 90 días”, los cuales entendió como un tiempo considerable en la psiquis del menor. Detalló además que en ese lapso “se hacen estudios y se diseña un programa de intervención. Y cuando la medida cesa lo hace penalmente, pero el niño queda a disposición de los servicios locales que activan sistemas de protección con seguimientos con la familia, informes periódicos y alarmas”, aseguró. 
  
DERECHOS DEL NIÑO
Ramos dejó en clara su postura en cuanto a seguir las recomendaciones de Naciones Unidas y del Comité de Derechos del Niño “que pide a los países que lleven el límite de edad penal lo más alto posible por dos motivos, porque el joven no debe ingresar al sistema judicial y debe ser tratado por otros organismos y programas”. 

“El sistema penal está para castigar y los Derechos del Niño son promocionales y protectorios. Nosotros no podemos tratar al joven de la misma manera que un adulto, porque todavía está en formación. Su propia culpabilidad o su reacción frente a la comisión de un delito es disminuida”, enfatizó. 

CONTEXTO
Al ser consultado sobre qué hacer con los menores de edad que cometen ilícitos siendo inimputables, el Juez del Fuero Juvenil indicó que “la respuesta punitoria no tiene sustento” porque “es pura represión”. “En este momento en particular más del 50 por ciento de los niños por debajo de los 14 años en el país son pobres y, por lo general, cuando uno trata el caso particular vemos familias desarticuladas, debajo de los niveles de inclusión social, y con bajísimo nivel educativo en los chicos que delinquen”, aseveró en su análisis contextual.