Al momento se les adjudican al menos cuatro hechos. Según señalaron fuentes de la pesquisa, por un tiempo la banda había cesado su actividad, ya que algunos de sus miembros se habían fugado a la provincia de San Luis. Sin embargo regresaron y cometieron otro atraco, tras lo cual fueron detenidos. 

Investigadores detallaron que de la banda formaría parte una muchacha de 23 años, proveniente de una familia de buena posición económica, que entabló relación con un joven de la misma edad con antecedentes penales por actividades delictivas. A la pareja se habría sumado un hermanastro de este y dos sujetos más, cada uno de los cuales tendría roles bien definidos dentro de la organización. 

La joven sería quien marcaba y entregaba a sus propias amigas, a sabiendas de que en sus domicilios podrían recaudar importantes botines. Su pareja, entre tanto, estaría a cargo de tirar abajo las puertas de los domicilios. En tanto, otro sujeto de 23 años sería el planificador y todos estarían comandados por el hermanastro del novio de la chica, de 20 años. Con ayuda de un quinto sujeto, que cayó meses atrás por otro robo, ingresaban fuertemente armados en las casas de sus víctimas y reducían a sus moradores para luego sustraer dinero y objetos de valor. 

DROGAS
Tras investigaciones desarrolladas por el gabinete criminológico de la Comisaría Sexta de Quilmes, al mando del subcomisario Hernán Parizzia, lograron identificar a los sospechados de conformar la gavilla y sus lugares de residencia, como resultado de intensas tareas de vigilancia y escuchas telefónicas. Con las pruebas reunidas, la Justicia otorgó cuatro órdenes de allanamiento y detención que se concretaron con apoyo del Grupo Gad, Infantería, Comando de Patrullas, y los gabinetes de seis seccionales del distrito.   

Tras la irrupción en las viviendas de los sindicados, todos quedaron bajo arresto, acusados por “robo agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda”, a disposición de la UFIJ N° 4 de Berazategui. Pero además, los uniformados se encontraron con una sorpresa: en uno de los domicilios incautaron cuatro panes de marihuana compactada y numerosas dosis fraccionadas, por un peso total de casi 5 kilos y medio.