El plantel cervecero se entrenó en la mañana del viernes, en lo que fue el regreso a la actividad tras haber tenido descanso el pasado jueves. Así, los futbolistas trabajaron una vez más divididos en los cinco grupos habituales, que se entrenaron a puertas cerradas en el campo auxiliar del Estadio Centenario en dos turnos matutinos (a las 9.30 y a las 11.30), tal como lo establece el protocolo sanitario.

La actividad se inició con una entrada en calor física, con ejercicios de fuerza preventiva y estructural. Posteriormente los futbolistas participaron de un circuito físico y técnico, para finalizar con ejercicios intermitentes. 

Alan Alegre, recuperado del desgarro en el isquiotibial izquierdo, se entrenó a la par de sus compañeros. Por otra parte, continúan trabajando de manera remota Matías Fernández y Esteban Glellel, que si bien ya tienen el alta tras haber contraído coronavirus, todavía no se han reintegrado al plantel ya que sus tests siguen dando positivo.

Quilmes volverá a entrenarse este sábado por la mañana, desde las 9.30 y en el anexo. Además, los jugadores se someterán a un nuevo control para detectar casos positivos de COVID-19, aunque esta vez serán los tests serológicos.