Ríos estuvo internado en la clínica Los Virreyes, ubicada en el barrio porteño de Belgrano, luego de que se le infectaran las heridas que sufrió durante el robo. “Me puso una mano en su corazón y me dijo ‘siento que me muero’. Fue una descompensación grave”, aseguró su hija. 

Desde la puerta de la Clínica, Jorge Ríos expresó: “Pasé un momento difícil, ahora lo importante es mi salud y reencontrarme con mi familia, a la que extraño terriblemente. Me siento tranquilo, confío en la Justicia. Vamos a salir adelante”, dijo quebrado por la emoción. 

La defensa de Ríos había recusado al fiscal Ariel Rivas por considerar que el jubilado fue sometido a maltratos por ordenarse su detención durante 48 horas en una comisaría. Esa presentación no fue resuelta todavía por el magistrado que interviene en la causa.