La violenta situación comenzó en horas de la tarde, cuando la mayor de las hermanas le habría contado a su padre que desde hacía cerca de un año era víctima de abusos sexuales por parte de la pareja de su madre y que ella lo sabría, pero que no hizo nada. El hombre radicó la denuncia en la Comisaría Primera de Quilmes y de inmediato se desplegó el protocolo correspondiente, con intervención de la Fiscalía Nº 8. 

El fiscal Riggeri dispuso que se realicen las pericias médicas a todas las hermanas. Si bien hasta el momento no pudieron realizarle el examen a la mayor de ellas, trascendió que la pequeña de tan sólo 1 año presentó signos de abuso.



La confirmación de los horrendos hechos desató la furia de los vecinos de la zona, que se dirigieron a la vivienda de la calle Los Ciruelos al 1500, donde arrojaron piedras causando destrozos e incluso ingresando a la misma para saquearla. El hermano del presunto violador intentó defender la casa y efectuó disparos contra la muchedumbre, sin llegar a herir a nadie. Sin embargo, terminó detenido por la portación ilegal de un pistolón de grueso calibre y el abuso de armas supuestamente cometido. 

El conflicto volvió a repetirse alrededor de la 1 de la madrugada de este miércoles, donde debió intervenir Defensa Civil junto con el gabinete de la Comisaría Primera y efectivos del Grupo GAD, para evitar que se cometa un acto de “justicia por mano propia”. Recién pasadas las 2.30 de la mañana la situación logró ser controlada. La fiscal Curra Samaniego intervino en estos hechos e inició una causa por “daños y robo”.