La investigación fue desarrollada por el gabinete de la Comisaría Quinta, al mando del subcomisario Matías Castiglione, bajo la supervisión del Jefe de Estación de Policía de Quilmes, comisario inspector Horacio Gauna. Las pesquisas lograron identificar a un individuo que presuntamente vendía y alquilaba armas a delincuentes de la zona, que luego cometían violentos asaltos en la jurisdicción. Fue clave para el avance de la causa la declaración de la ex mujer del encartado, que dio cuenta de las supuestas actividades ilícitas del hombre. 

Con el material probatorio, la Justicia otorgó dos órdenes de allanamiento en cercanías de la avenida Tomás Flores y Monseñor De Andrea, que se llevaron a cabo con apoyo del personal de la Comisaría Séptima, Policía Local y del Comando de Patrullas, y la intervención del fiscal Martín Conde. De este modo lograron la detención del sindicado, que quedó acusado por “tenencia ilegal de arma de guerra y armas de fuego de uso civil”.  



ARMAMENTO
Asimismo, fue sorprendente el arsenal incautado en el domicilio del imputado: una carabina calibre 22 simil fusil semiautomático, una escopeta calibre 12/70, una pistola calibre 22 marca Bersa, un revólver calibre 32 mm largo, una pistola calibre 9 mm con numeración suprimida, otra de aire comprimido, una linterna con picana eléctrica incluida, varios cargadores y decenas de municiones correspondientes a cada una de las armas, así como también un gas pimienta, un juego de esposas, un chaleco antibalas, una tonfa policial y equipos de comunicación radial tipo Handy.