Franco tenía 19 años y era padre de una bebé de apenas uno. Trabajaba con su moto como repartidor para la empresa de delivery “PedidosYa” hasta que el jueves, alrededor de las 20.30, un inconsciente al volante lo atropelló en la avenida San Martín y 25 de Mayo, en pleno centro de Bernal. El chico salió despedido e impactó su cabeza contra el cordón de la vereda, lo que le causó lesiones que desencadenaron en su fallecimiento horas más tarde. 

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Por su parte, el delincuente que conducía el Focus blanco dobló por 25 de Mayo y al ver que iba a pasar frente a la Comisaría Segunda dobló unos metros antes, fugando a toda velocidad por la calle Pringles. Un testigo del hecho tomó nota de la patente, pero los investigadores corroboraron que la misma había sido robada y no le pertenecía a ese rodado. 

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Fuentes de la investigación detallaron a PERSPECTIVA SUR que la chapa patente pertenecía a un médico del Hospital Ramos Mejía, que también tenía un Focus blanco pero de un modelo diferente. Meses atrás el profesional había denunciado el robo de la placa en la localidad de José Ingenieros, jurisdicción de la Comisaría Séptima del partido de 3 de Febrero. En efecto, actualmente contaba con un duplicado y su vehículo no tenía signos de accidentes recientes, según determinó la pericia.



JUSTICIA POR FRANCO
Paralelamente, compañeros de trabajo del joven fallecido en el brutal siniestro vial se manifestaron en horas del mediodía del lunes para pedir “justicia por Franco Almada”. Realizaron una marcha con sus motos por la avenida San Martín y cortaron la intersección de dicha arteria con la calle 25 de Mayo, donde ocurrió la tragedia. Los familiares piden testigos que puedan aportar datos fehacientes que permitan dar con el asesino, quien hasta el momento permanece prófugo, y piden que el crimen “no quede impune”.