El encuentro de ida de los octavos de final, en el que abundan condimentos que ponen a tope su atractivo, enfrenta a dos equipos que también aspiran a obtener el título argentino y que consideran a la clasificación a cuartos del torneo continental un importante soporte para su futuro inmediato.
El entrenador de San Lorenzo, Ramón Díaz, y su media punta Andrés D'Alessandro son hinchas confesos de River y no esconden su esperanza de volver al club en el que surgieron.
La afición riverplatense los ama, pero por esta vez desean lo peor para ellos. También para los defensores Diego Placente y Cristian Tula y el delantero Juan Carlos Menseguez, ex jugadores del club millonario, a los que el técnico intenta convertir en sus bestias negras.
Diego Simeone es entrenador de River desde principios de año porque Díaz, presionado por San Lorenzo para que continuara en el cargo, rechazó una oferta de sus dirigentes para suceder a Daniel Passarella, después de coquetear durante varios días entre ambas posibilidades.
Sé que algún día volveré a River , repite como una letanía Díaz en todo momento y lugar, igual que D'Alessandro y Placente, palabras que avivan el morbo de propios y extraños y agudizan las miradas finas de observadores convertidos en fiscales implacables de sus gestos, movimientos y actitudes en el campo de juego. En un partido de liga entre ambos equipos D'Alessandro se lesionó y fue sustituido a pocos minutos del comienzo. Los hinchas de San Lorenzo no dudaron en insultarlo.
La importancia del partido para los riverplatenses quedó corroborada en el hecho de que su directiva rompió un acuerdo con la Federación Colombiana de Fútbol para ceder a su selección al delantero Radamel Falcao García para un partido amistoso que disputará, también el miércoles, ante Venezuela.
Estamos en falta. Vamos a ceder a Falcao a la selección colombiana, pero no esta vez , dijo el presidente del club argentino, José María Aguilar. Lo mejor de San Lorenzo y River son sus características ofensivas, con Gonzalo Bergessio y Andrés Silvera en la proa del ataque santo y con la pareja extranjera de realizadores del equipo de Simeone que conforman Falcao y el uruguayo Sebastián Abreu. Simeone duda en alinear al juvenil Diego Buonanotte, el mejor de su equipo en las últimas semanas, debido a que no quiere fundirlo físicamente, y la opción es la posible salida al campo desde el comienzo de Ariel Ortega, recuperado de una recaída en su adicción al alcohol.
San Lorenzo demostró más firmeza defensiva que su rival con el gran rendimiento de los centrales Sebastián Méndez y Jonathan Bottinelli, pero River cuenta con el mejor arquero argentino en la actualidad, Juan Pablo Carrizo, un potencial candidato a la titularidad en la selección argentina. Igual, Gastón Aguirre jugará en lugar de Bottinelli.