Comerciantes de Bernal presentaron anoche en sociedad a la nueva Cámara de Comercio que los aglutina, en un acto que tuvo lugar en su tradicional sede de Belgrano y Castro Barros, y con la presencia del intendente de Quilmes, Francisco Gutiérrez.
El flamante presidente de la institución, Nicolás Picciotti, ofició de anfitrión junto a Jorge Herrera, vicepresidente, y secretario general, Carlos Venier, entre otros conocidos bernalenses que integran la comisión directiva. Varios pertenecieron a la entidad en tiempos de la gran estafa.
Estuvieron entre los presentes, el secretario de Medio Ambiente, Claudio Olivares; el titular de la UCR de Quilmes; el diputado provincial Daniel Gurzi; el juez de faltas de Quilmes, Carlos Faiña, los concejales del ARI Lidia Zárate y Eduardo Sánchez; Carlos Pérez Gresia; representantes de Quilmes y Bernal Unido, así como de instituciones del distrito, en total unas 250 personas que colmaron el salón.
En la oportunidad, Picciotti, al hacer uso de la palabra, pidió la colaboración y acompañamiento de la comunidad a esta iniciativa. Puso énfasis en los valores que inspiran a esta nueva etapa, de transparencia y honestidad, teniendo en cuenta las graves dificultades que tuvo esta institución en el pasado.
Según dijo Herrera a PERSPECTIVA SUR, antes de salir a asociar gente, queremos mostrarle a los bernalenses por qué, a qué y para qué queremos que se asocien, cuál es nuestro trabajo, y cuál nuestro horizonte .

HISTORIA PASADA
Las cámaras de comercio de todo el Distrito tuvieron en las dos últimas gestiones -Geronés y Villordo- el mismo problema: erigidas como centros de cobro de las tasas municipales, en algún momento esos dineros no llegaron a las arcas públicas, quedando una deuda millonaria de hasta ahora cobro imposible. Pero si bien este problema ocurrió consecutivamente en todas las cámaras, la de Bernal fue la primera, y cuya estafa trepó a las cifras más altas.
No sólo se estafó al Municipio en una cifra multimillonaria, sino que también a los vecinos que habían pagado sus servicios públicos privatizados, y que tuvieron que volver a pagar para que las firmas no les corten el servicio. No debieron volver a pagar las tasas municipales, porque fue la Comuna que decidió absorber la deuda, quedándose durante años como administradora del local de la Cámara bernalense, intentando así morigerar la deuda.
El 1º de febrero de 1997, la Comuna pidió la ejecución de la Cámara de Bernal por iniciativa de Roberto Guglielmetto, asesor letrado de la gestión Scarabino. El juez de la causa era Ariel González Eliçabe, quien no quiso trabar embargo contra los bienes de la Cámara.
Al día de hoy no se sabe a cuánto ascendió realmente la defraudación contra el erario municipal cometida por esta institución, como así tampoco las demás cámaras de comercio de Quilmes y San Francisco Solano.