La empresa Edesur explicó que “hay algunas boletas con montos más elevados que lo habitual, por una combinación de factores. Uno es el estacional: este año es mucho más frío que el invierno anterior, entonces hay mayor consumo (aclaramos que siempre se compara período actual con el mismo del año pasado)”.

“Un segundo factor que incide este año, es que con la cuarentena estamos mucho más en casa, lo que aumenta el consumo energético domiciliario. Por esto es que suben los montos”.

“Pueden haber errores, que son corregidos; pero en general, si hay un aumento en la factura es por esta doble combinación de factores, el climático y el cambio en los usos de la electricidad. Y el aumento en el consumo hace que muchos clientes queden recategorizados, es decir, que suban de categoría y entonces es más alto el costo fijo y el costo variable de kilovatios/hora”, agregó el vocero. 

De esta manera, “apenas el usuario baje su consumo, bajará de categoría, y por ende, bajará el monto que deberá abonar”.

El tercer factor que incide en los aumentos que reciben los usuarios, es “la corrección de la estimación del consumo. Resulta que al inicio del ASPO, los lecturistas de los medidores no eran considerados personal esencial, entonces no podían salir a la calle a realizar las lecturas de los consumos reales. Por disposición del ENRE, se facturó un promedio de los últimos consumos. Cuando finalmente se autorizó a los lecturistas hacer el trabajo, se facturó el consumo real, corrigiéndose la estimación que habíamos hecho. Esto hizo también que muchas facturas vengan más abultadas”.

Finalmente, recordó que “el esquema tarifario no lo ponen las distribuidoras de energía, sino el Gobierno, porque es un negocio regulado. De esta forma, los precios que cobramos son fijados por el ente regulador, y hace 18 meses no se realiza ningún aumento”.