Marina Medina es la madre de esta familia, compuesta por tres niños de 11, 7 y 5 años y su esposo. En marzo viajaron a la casa de su hermano en una visita que duraría apenas una semana, pero se extendió más de la cuenta debido al inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. 

Sucede que ellos fueron en micro y la provincia de Buenos Aires sólo habilitó los regresos en auto particular. La familia no dispone de vehículo y la pareja tampoco sabe manejar, mientras que remiseros oportunistas les ofrecieron hacerles el viaje para traerlos al valor de 50 mil pesos cada uno, una suma que multiplicada por cinco daría la exorbitante cifra de 250 mil pesos.  

“Siempre se le pide paciencia a los argentinos, pero creo que ya es mucho tiempo. Sé que hubo gente que estuvo varada en el exterior y pudo regresar, incluso personas del interior que estuvieron varadas en Buenos Aires también pudieron regresar. Sin embargo, en provincia de Buenos Aires no hay gestión, más que permitir el regreso en auto particular, pero nosotros vinimos en micro. Pero aunque lo tuviéramos, el protocolo indica un máximo de cuatro personas en el coche”, señaló Marina. 

SIN RESPUESTA
“Mandé mensajes al ministerio de Transporte, a Presidencia, a la Municipalidad de Quilmes y nadie nos dio respuesta. Hay muchas personas que están varadas. Propuse que puedan habilitar a las personas que ya tienen los pasajes, poder usar ese transporte que ya está pago para poder volver a nuestras casas. Mientras tanto, al penal de Rawson trajeron presos de una cárcel de Buenos Aires de los cuales diez estaban infectados. Y nosotros no podemos volver”, remarcó en su paralelismo. 

“Lamentablemente no hay un gobierno que gestiones. ¿Quién responde por nosotros en la provincia de Buenos Aires? No hay ninguna autoridad competente en mi provincia que nos pueda dar una respuesta. Es necesario que se hagan valer y respetar nuestros derechos”, enfatizó la vecina quilmeña, que ya agotó todas las vías y acabó por recurrir a los medios de comunicación.