En el último bimestre hubo 136 accidentes, en relación a las estadísticas que habían alcanzado un total de 242 hechos viales a lo largo de enero y febrero. De este modo, la cifra tuvo su pico más bajo en abril y se mantuvo lejos del promedio registrado en el verano a partir de mayo, cuando se flexibilizaron varias actividades comerciales.

"El COVID-19 hizo que disminuyera la circulación en las calles pero también notamos que los conductores han extremado los cuidados al volante. Eso nos pone muy contentos porque es el objetivo principal de todas las campañas de concientización que venimos realizando desde el inicio de la gestión", manifestó el titular del área, Jorge Matanic, subrayando además la inexistencia de víctimas fatales.

En concreto, el número más bajo se dio en abril con 39 casos, cuando las medidas de confinamiento estuvieron extremadas. En mayo y junio, los episodios mensuales subieron a 61 y 75, respectivamente, debido a la flexibilización de varios rubros de la economía y el consecuente incremento de la circulación de vehículos.

OPERATIVOS
En cuanto a la dinámica diaria, los agentes municipales son los encargados de ordenar el lugar donde se produce la siniestralidad tanto para que, en el caso de que haya víctimas, éstas puedan ser trasladadas por el SAME en las mejores condiciones como para que se mantenga fluido el flujo vehicular.

Asimismo, el Municipio tiene como tareas esenciales la demarcación horizontal y la colocación de reductores de velocidad para contribuir con estos resultados. Ejemplo de ello, ha sido la señalización de las octavas en la Avenida 9 de Julio donde el peatón tiene prioridad y puede cruzar en un tramo mucho más corto de la calzada.