Hoy se cumplen ocho años de aquél triunfo de Quilmes como visitante por 2 a 0 en el estadio "Raúl Conti" de Puerto Madryn, ante Guillermo Brown, que significó el último ascenso a Primera División hasta el momento. La última gran alegría en un campeonato Nacional B inolvidable, que tuvo en River Plate al otro ascendido, con rivales como Instituto, Rosario Central, Gimnasia de La Plata y Huracán. ¡Salud!
Aquél campeonato Nacional B 2011/2012 arrancó a todo trapo. Porque Quilmes, uno de los descendidos de Primera, se había ido por un pelo y dejando una buena imagen, por lo que Ricardo Caruso Lombardi siguió como DT, mantuvo la base del equipo (que tenía, entre otros, a Emanuel Trípodi, Sebastián Martínez, Claudio Corvalán, Miguel Caneo, Pablo Garnier y Martín Cauteruccio, entre otros) y le sumó varios refuerzos que fueron determinantes (como Joel Carli, Ernesto Goñi, Ariel Agüero, Jorge Serrano, Sebastián Romero, Jacobo Mansilla, Wilfredo Olivera, Leandro Díaz, Lucas Rimoldi, Germán Mandarino, Facundo Diz o Fernando Telechea). Pero claro, no era un torneo fácil, porque estaba nada menos que River Plate como principal animador, además de Instituto, que se había armado para ascender, el Rosario Central de Juan Antonio Pizzi y los recién descendidos Gimnasia y Esgrima La Plata y Huracán. ¿El mejor Nacional B de la historia en cuanto a equipos? Posiblemente. 
De aquellas 38 fechas, en 27 dirigió Caruso y el equipo ganaba, gustaba y goleaba. Siempre detrás de los dos primeros, River e Instituto (donde jugaba, entre otros, Paulo Dybala). En esas primeras 27 fechas Quilmes perdió apenas cuatro partidos (uno solo de local), ganó 13 y empató 10. Tras golear en casa 4 a 1 a Aldosivi, a Caruso Lombardi lo llamaron de San Lorenzo, para que fuera a salvarlo del descenso. "El Tano" no dudó y se fue, El Ciclón pagó un resarcimiento por el contrato interrumpido a Quilmes, que se quedó sin DT a mitad de camino.

LLEGO DE FELIPPE Y LA MAQUINA SIGUIO FUNCIONANDO
De inmediato la dirigencia buscó a Omar De Felippe, que venía de salvarse en Primera con Olimpo de Bahía Blanca. Además había llegado Ezequiel Rescaldani como refuerzo por la lesión de Fernando Telechea. Su debut no pudo ser mejor, goleó 4 a 0 a Atlético Tucumán fuera de casa. Sin embargo y al intentar adaptarse a su forma de juego, el equipo perdió dos partidos seguidos. Por eso se decidió volver a las bases y al "estilo" Caruso, y de los últimos ocho encuentros, el equipo ganó seis y empató dos (en la antepenúltima fecha le ganó a Instituto en Córdoba, uno de los candidatos). Y así llegó a la última jornada en Puerto Madryn, ante Guillermo Brown. Quilmes llegó a ese partido cuarto. El líder era River con 70 puntos, lo seguía Instituto con la misma cantidad pero menor diferencia de gol (que jugaba de local con Ferro), y se esperaba que ambos ganaran y ascendieran sin problemas. Tercero era Rosario Central (que jugaba con el descendido Desamparados de San Juan) y River era local con Almirante Brown. El Millonario hizo lo suyo y ganó. Inesperadamente, tanto Central como Instituto perdieron. Y Quilmes, en un partido que lo resolvió temprano, ganó 2 a 0 en Madryn con dos tantos de su goleador, Martín Cauteruccio. Se esperaron los resultados finales, el cuarto se convirtió en escolta y logró el segundo ascenso. Así, los hinchas que se animaron a ir a Madryn aferrados a un milagro, celebraron a más no poder. Aquél 23 de junio del 2012 El Cervecero volvió a ascender y se mantuvo en Primera hasta junio del 2017, igualando su marca histórica de cinco años en la máxima categoría. La más reciente, ya es una historia triste. Pero aquella fue épica, casi milagrosa, y está bien hoy recordarla y celebrar una vez más.