La pandemia hizo que muchos buscaran formas alternativas para estar cerca de sus seres queridos. Es así el caso del geriátrico de Tandil, que ideó una forma ingeniosa para que los ancianos pudieran sentir un abrazo de aquellos familiares que no ven hace mucho tiempo. 

El hogar Reminiscencia le devolvió la felicidad a los abuelos tras haber instalado una pared de plástico con cuatro orificios y mangas que permite que las personas tengan contacto físico sin riesgo de contagio de coronavirus.

La idea fue avalada por especialistas y se ganó el reconocimiento de todos. Anahí, una de las trabajadoras de la residencia, aseguró que es higiénico y seguro: “está hecho en madera y clavado y cocido por una costurera“. Lo mismo sucede con las mangas, “están todas cocidas y protegidas“, reveló en un diálogo con TN.

“Teníamos miedo de que quizás por emoción de ellos y de los familiares se cayera y pusiéramos en peligro a ellos y a los familiares también. Pero estuvo genial, súper emocionante“, comentó.