Porque desde la mesa de la Primera Nacional, la dirigencia no sabe si podrá terminarse el campeonato. Los tiempos se acortan, todavía quedaban nueve fechas más las finales y el reducido (lo que significarían más de tres meses de competencia) y cuanto más se demore la reanudación, más tarde terminará todo. Y uno de los problemas principales es que la mayoría de los contratos de los jugadores, terminan el 30 de junio (más allá de que en el caso del Cervecero, muchos trascienden esa fecha). Hoy se especula con que puedan quedar suspendidos los descensos pero no los ascensos. Por otra parte, si no se termina a tiempo, ¿podrían llegar a definirse los ascendidos o descendidos por Comité Ejecutivo? Muchas incógnitas que hoy no le escapan a Quilmes, más allá de que por su posición en la tabla, si hoy terminara todo, no estaría para ascender ni para descender.