El evento fue descubierto por personal de la Patrulla Urbana del Municipio de Quilmes, que en recorridos preventivos detectaron, cerca de las 10 de la mañana de este domingo, que de un domicilio de la calle Catamarca y Gran Canaria se escuchaba música a todo volumen. Vecinos del barrio informaron a los agentes comunales que en el lugar se desarrollaba aparentemente una “fiesta clandestina”.

Desde la calle pudieron observar gente entrando y saliendo, por lo que solicitaron la presencia de móviles de la Policía Bonaerense, así como también del área correspondiente de la Municipalidad. Como resultado de la inspección se labró una infracción a la ordenanza municipal de nocturnidad, dando respuesta de este modo a las quejas de los vecinos de la cuadra. 



De inmediato, el improvisado boliche fue clausurado y la gente que participaba del evento fue desalojada. Hubo gran revuelo en la zona, debido al operativo desarrollado y a la abrupta desconcentración del centenar de personas que debió retirarse casi al mismo tiempo.