Quilmes cerró al año en casa sin ganar y suma ya siete partidos sin poder hacerlo. Ayer empató ante Santamarina, uno de los equipos que también deambula por el fondo de la tabla. Mejoró en el juego, generó peligro pero no pudo concretar las situaciones que tuvo. Así, los dirigidos por Leonardo Lemos volvieron a quedarse con sabor a poco. 
El partido comenzó con Quilmes como protagonista, manejaba la pelota, dominaba y se plantaba en campo rival aunque le faltaba acertar en los últimos metros. Llegó de entrada con un tiro libre de Juan Imbert que se fue muy cerca. Santamarina esperaba agazapado a alguna contra, y a los 10 minutos tuvo una clarísima, cuando se escapó mano a mano Ángel Prudencio pero sobre la salida de Marcos Ledesma remató por arriba del travesaño. De a poco la visita emparejaba las acciones. Sin embargo, el que tuvo una muy clara a los 26 fue El Cervecero, cuando tras un pelotazo de Juan Larrea, Tomás Blanco quedó cara a cara con el arquero Nicolás Rodríguez y definió apenas desviado. A los 38, buen pase de Brandon Obregón para Imbert, que definió con pifia y tapó el arquero. Y un minuto después, otra: pelotazo para Blanco, que no llegó y rechazó el arquero, la pelota le quedó a Justo Giani en la medialuna del área, le dio de primera y sobre la línea despejó de cabeza Leonardo Morales. En los minutos finales, Quilmes siguió buscando pero no pudo acertar el último pase y así se fue el primer tiempo. El Cervecero hasta ahí merecía quizás algo más por manejo de pelota y por las situaciones generadas.

Lo buscó de todos lados pero no la metió
En la segunda etapa el juego se inició menos intenso que en la primera, con mayor imprecisión y sin situaciones. Aún así, Quilmes llegó claro a los 7, cuando tras un corner desde la izquierda, Justo Giani no pudo cabecear pero la pelota le quedó para volea de derecha y la tiró por arriba. Y a los 12, otra muy clara: gran pase de Obregón para Blanco, que otra vez quedó mano a mano y de nuevo tapó el arquero Rodríguez, esta vez con las piernas. A los 26 y buscando aire nuevo en ataque, Federico Anselmo ingresó por Blanco. El Cervecero volvió a llegar a los 27, con un centro desde la derecha, cabeceó Giani y el arquero manoteó por arriba. Quilmes iba con todo, llegaba con peligro y merecía la ventaja. Iban 35 cuando entró Camilo Machado para pararse como media punta en lugar de Juan Imbert. Los minutos pasaban y de a poco la visita cerraba más los caminos ante un Cervecero que se empezaba a desesperar. A los 39 se retiró lesionado Obregón, el mejor del equipo, y le dejó su lugar a Mauro Bellone. Quilmes fue sin parar en los minutos finales ante un Santamarina que se aferró al empate con uñas y dientes (más allá de que llegó con un remate de afuera de Francisco González Metilla que tapó Marcos Ledesma). El Cervecero fue con mucha gente, con más ganas que ideas, pero no pudo encontrar situaciones claras, y así se terminó el partido.