Si bien no sumó demasiado en la tabla general, el empate de ayer por la tarde le sirvió a Quilmes para cortar una racha de tres derrotas consecutivas. Los dirigidos por Leonardo Lemos priorizaron ser sólidos y no dejar grietas atrás. Y así no recibieron goles y sumaron un punto. Ahora buscarán revalidarlo de local.
El partido comenzó con el local siendo protagonista. Gimnasia iba a buscarlo con más gente y decidido, ante un Quilmes que esperaba y que trataba de salir de contra. Y apenas a los 12 minutos, el local llegó claro, cuando le dio de afuera Diego Auzqui y la pelota pegó en el travesaño. De a poco el asedio iba cediendo aunque El Cervecero tampoco generaba peligro. Para colmo, a los 21 minutos, Nicolás Ortiz se fue lesionado y tuvo que ser reemplazado por el debutante David Ledesma. Los minutos pasaban y el partido era parejo y malo, los dos intentaban ir a buscar pero sin demasiada claridad y así no había peligro en ninguno de los dos arcos. A los 36 Quilmes llegó claro de contra, cuando se escapó Raúl Lozano, tocó para Brandon Obregón que con una gran habilitación dejó mano a mano a Tomás Blanco, que la adelantó demasiado y tapó el arquero Carlos De Giorgi. Un minuto después contestó Gimnasia, con un remate de afuera de Leonardo Ferreyra, pero Marcos Ledesma mandó la pelota al corner. En los instantes finales Gimnasia fue a buscar con algo más de decisión pero sin inquietar, y así se fue la primera etapa. El empate hasta allí estaba bien porque ninguno de los dos había dominado demasiado las acciones ni generado el suficiente peligro como para estar en ventaja.

NO LO SUFRIO Y SE ENAMORO DEL PUNTO
En la segunda mitad, Quilmes salió algo más adelantado pero a los 5 minutos volvió a sufrir otra lesión. Juan Imbert tuvo que dejar la cancha y fue reemplazado por Mauro Bellone, y así el equipo pasó a pararse con un 5-4-1. Gimnasia se acercaba cada vez más al arco del Cervecero, que con los cambios por lesión retrocedía cada vez más y ya no atacaba. A los 13 Gimnasia llegó con un remate cruzado de Matías Córdoba y la pelota se fue apenas desviada. El local hacía cambios ofensivos para ir a buscar el partido y Quilmes retrocedía cada vez más, aunque no pasaba demasiado peligro. De hecho, a los 38 llegó claro El Cervecero, cuando De Giorgi dio un rebote corto, definió Tomás Blanco y Sebastián Sánchez salvó sobre la línea. Gimnasia respondió a los 43 con un cabezazo de Nicolás Contín y la pelota se fue cerca del palo derecho. A los 44 entró Federico Anselmo por Brandon Obregón para sumar altura en las pelotas detenidas. En el final el local fue decidido y desesperado, Quilmes se defendió bien hasta que el juez pitó el cierre del encuentro.