Ayer por la tarde, bajo la lluvia y en el estadio "Ciudad de Vicente López", con el arbitraje de Gastón Suárez y por la quinta fecha de la B Nacional, Quilmes celebró por primera vez como visitante en el torneo. Derrotó a Platense 2 a 1 en un partido que se había presentado complicado. Además, cortó así la mala racha que llevaba con dos derrotas de manera consecutiva. 
El partido comenzó con Quilmes recostado en su campo ante un Platense que intentaba tomar la iniciativa. El local, casi siempre comandado por Agustín Palavecino, aprovechaba los espacios que quedaban en la izquierda del Cervecero entre Matías Noble y Braian Lluy, y desequilibraba con un centro tras otro que no eran aprovechados en el área. Así fue como a los 10 minutos el local tuvo la primera clara, cuando Palavecino habilitó bien a Ramiro Cáseres, que remató pisando el área y la pelota rozó el travesaño y salió desviada. Platense era más profundo e iba con más gente. Quilmes sólo lograba tener la pelota cuando el juego pasaba por los pies de Juan Imbert, pero no encontraba socios, y así se reiteraba en pelotazos al único delantero, Tomás Blanco, que no lograba aguantar la pelota. De a poco Platense fue perdiendo peso en ofensiva y el partido se hizo luchado, parejo y malo. Los minutos fueron pasando sin que el trámite cambiara, sin emociones en las áreas, hasta que se fue la primera etapa. El empate hasta allí estaba bien, porque más allá de que el local había tenido más la pelota, ninguno había llegado lo suficiente como para merecer estar arriba en el marcador.

MEJORÓ, ACERTÓ EN ATAQUE Y PUDO FESTEJAR
En la segunda mitad Quilmes salió más decidido a buscar el arco contrario, y a los 4 minutos encontró la ventaja. Mauro Bellone recuperó en la mitad de la cancha y se llevó la pelota, y habilitó a Eric Ramírez, que remató y el balón pegó en el palo derecho, luego en el izquierdo, no logró despejar Emanuel Bocchino y Tomás Blanco aprovechó el rebote para empujarla y poner el 1 a 0. Pero la alegría iba a durar poco, porque a los 7 lo empató el local. Pase frontal de Palavecino para Ramiro Cáseres, definió cruzado pero tapó Emanuel Bilbao, con la mala fortuna de que el rebote salió para Daniel Vega, que la paró con el pecho y metió el zurdazo para el 1 a 1. El gol hizo crecer a Platense que lo fue a buscar, Quilmes no se quedaba y el partido se hacía entretenido y de ida y vuelta. A los 9 llegó Quilmes, con un remate de afuera de Ramírez y la pelota se fue desviada. Un rato más tarde, el que le dio fue Imbert, y el arquero Jorge De Olivera mandó la pelota al corner. A los 20 contestó Platense, cuando Juan Larrea tocó mal atrás y se la regaló a Vega, se fue mano a mano, dejó en el camino a Bilbao y cuando iba a definir, se la punteó con lo justo Nicolás Ortiz y salvó un gol cantado. De ahí llegó un corner de la derecha, cabeceó el ingresado Gianluca Pugliese y Bilbao sacó la pelota cuando se le metía en el ángulo. Quilmes la pasaba mal, por lo que Fuentes hizo dos cambios en ataque para tener nuevo aire: Facundo Bruera entró por Tomás Blanco y Tomás Verón Lupi lo hizo por Eric Ramírez. Y dos minutos después, las variantes surtieron efecto. Porque a los 24, Matías Noble metió un centro desde la izquierda, en el área chica definió Verón Lupi cruzado y, antes de que entrara, la aseguró Bruera abajo del arco ¿en offside? Lo cierto es que el juez lo dio y Quilmes se puso 2 a 1. En los minutos finales Platense lo buscó y tuvo un par claras, como el remate de Palavecino que tapó Bilbao o el mano a mano de Vega en el que definió afuera. Entró Augusto Max por Imbert para reforzar la marca, Quilmes lo aguantó bien y pudo festejar.