Quilmes inició ayer por la mañana una nueva semana de trabajo en el marco de la pretemporada de invierno con vistas al campeonato 2018/2019 de la Primera "B" Nacional, que comenzará el próximo sábado 25 de agosto. Ayer los jugadores hicieron tareas físicas y técnicas en el campo auxiliar. Mañana habrá un doble turno y el sábado se jugará un amistoso ante Temperley.
El plantel cervecero volvió ayer por la mañana a la actividad, luego de haber tenido descanso el pasado domingo, tras la derrota por goleada en el partido amistoso del último sábado en Mar del Plata, frente a Aldosivi. Con algo de preocupación por esta fallida actuación, los jugadores comenzaron así una nueva semana de pretemporada, que finalizará con otro encuentro amistoso: el próximo sábado ante Temperley (en el Estadio Centenario y en turno matutino). Quilmes se entrenó ayer desde las 10 y a puertas cerradas en el campo auxiliar, donde se hicieron tareas técnicas y físicas. En primer lugar y como suele suceder en cada inicio de semana, los jugadores mantuvieron en el vestuario local una charla con el entrenador Marcelo Fuentes, que se extendió por más de una hora. Posteriormente se realizaron tareas físicas, de fuerza general, en el gimnasio del estadio. A continuación los futbolistas se trasladaron al campo auxiliar, donde luego de una entrada en calor con pelota, se realizaron tareas técnicas. Los jugadores se dividieron en dos grupos de doce, y cada uno hacía trabajos de tenencia de pelota adentro de dos cuadrados, donde se subdividían en tres equipos de cuatro futbolistas. Allí, se trabajaba sin arcos ni arqueros, con apoyos externos, haciendo hincapié en la presión y en la precisión. Posteriormente se realizó un trabajo físico, con pasadas alrededor de la cancha dos del anexo. Todo terminó con ejercicios de elongación sobre colchonetas.

CINCO FUTBOLISTAS TRABAJARON APARTE POR PRECAUCION
En el trabajo de tenencia, en un cuadrado se enfrentaron Sebastián Sosa, Federico Anselmo, Nicolás Ortiz y David Ledesma (de buzo azul); Rodrigo Mieres, Marcelo Cardozo, Tomás Verón Lupi y Justo Giani (de pechera gris); Sebastián Uzzante, Juan Imbert, Augusto Max y Mauro Bellone (de pechera roja). En el otro cuadrado, de azul estuvieron Juan Altamiranda, Brandon Obregón, Marcelo Olivera y Braian Lluy. De pechera roja se pararon José Luis Valdez, Agustín Bindella, Matías Noble e Iván Smith. Y con pechera gris se pararon Gastón Pinedo, Martín Ortega, Lucas Villalba y Tomás Blanco. Los equipos iban rotando, hacían todos de apoyo y pasaban de un cuadrado al otro, donde había distintas consignas técnicas. Al mismo tiempo hacían trabajos específicos de arqueros bajo las órdenes de Darío Herrera, Marcos Ledesma, Esteban Glellel, Emanuel Bilbao y Alan Ferreyra. 
Debido a distintas molestias musculares que quedaron como saldo de los dos partidos amistosos en Mar del Plata, se entrenaron de manera diferenciada (con ejercicios físicos en el gimnasio y un trote liviano en el anexo) Camilo Machado, Cristian Zabala, Raúl Lozano, Tomás López y Juan Larrea. Sebastián Uzzante se recuperó del esguince que padecía en el tobillo izquierdo y se entrenó con normalidad.

SE VIENE UN DOBLE TURNO
Quilmes volverá a entrenarse hoy por la mañana, desde las 9.30 y a puertas cerradas en el campo auxiliar, donde se harán más tareas técnicas. Mañana la práctica será en doble turno en el anexo, con almuerzo y descanso en la Villa Centenario. El jueves se realizarán trabajos técnicos matutinos en el campo auxiliar, mientras que el viernes se harán tareas tácticas en el Estadio Centenario, donde a puertas cerradas el DT Marcelo Fuentes preparará los equipos para el amistoso que cerrará la semana. El sábado, desde las 10 y a puertas cerradas (abierto para la prensa) en el Centenario, Quilmes recibirá a Temperley, en el que será el quinto encuentro amistoso de la pretemporada. El sexto y último partido se disputará el miércoles 15, también en el estadio y en turno matutino, frente a Los Andes.