Fueron dos Quilmes. El del primer tiempo se pareció al de los últimos encuentros, dubitativo, impreciso, con errores defensivos y falta de ideas en ataque. En el segundo, ya con el encuentro 1 a 1, manejó la pelota, se plantó en campo rival y le faltó claridad para ganarlo. Así, sumó un punto importante en "La Ciudadela" y ahora deberá revalidarlo en casa ante Almagro.

El partido comenzó de la peor manera para El Cervecero. San Martín de Tucumán manejaba la pelota, se metía en campo de Quilmes y no lo dejaba salir, más allá de que no generaba real peligro, salvo con algún centro cruzado o tiros libres en forma de centro que no terminaban en nada. Sin embargo, a los 12 minutos llegó la apertura del marcador de la manera menos pensada. Walter Busse encaró por el medio, metió un centro frontal y Tobías Albarracín, en su afán de cerrar para cortar el pase, desvió la pelota con pifia y la metió en contra de su valla ante un sorprendido Emanuel Trípodi. San Martín se ponía en ventaja cuando era más, aunque no había generado peligro. Quilmes intentaba reaccionar pero sin ideas, aunque a los 21 llegó, cuando Francisco Ilarregui habilitó bien a Matías Nouet, que remató de afuera y la pelota dio en la cara externa del arco. El partido era luchado y parejo, sin demasiadas acciones claras en ataque. San Martín iba más pero sin profundidad. Y a los 41, con los tucumanos en posición de ataque, Quilmes lo empató. Fue cuando Diego Colotto metió un pelotazo largo para Nouet, que se escapó habilitado y mano a mano, llegó antes que el arquero Ignacio Arce, que se lo llevó puesto adentro del área y el juez dio penal. Le pegó al medio y abajo Miguel Caneo y adentro: 1 a 1. Esa fue la última, porque en los minutos finales no pasó nada y se fueron al descanso empatados. El resultado estaba bien, aunque hasta ahí era un poco más el local.

LE FALTÓ CLARIDAD PARA GANARLO
En la segunda mitad, cuando muchos esperaban un aluvión de San Martín, el trámite del juego fue otro. El local salió a buscar el empate sin demasiada convicción ni claridad, ante un Quilmes que empezaba a imponerse en la cancha, a ganar las pelotas divididas y a plantarse de a poco en campo tucumano. Sin embargo, más allá de alguna que otra corrida de Ilarregui, seguía sin generar demasiado peligro. El propio Tico tuvo una jugada clara, cuando se metió en el área tras una maniobra individual y remató desviado al primer palo. A los 20 minutos, Román Strada entró por Nicolás Castro, que se fue golpeado, y se paró en la derecha, por lo que Ilarregui pasó a la izquierda. Quilmes iba y el local tampoco se quedaba, así fue como a los 23 llegó con un remate de afuera de Gonzalo Rodríguez, y la pelota se fue cerca del palo derecho. Iban 28 cuando Brandon Obregón entró por Matías Mansilla para darle más juego al mediocampo, y a los 32, el que entró fue Felipe Cadenazzi, dejó la cancha Caneo y el equipo quedó parado 4-4-2. San Martín intentaba ir desordenado y dejaba espacios que El Cervecero no conseguía aprovechar como para ganar el partido. En los instantes finales ambos parecieron empezar a conformarse con el punto, hasta que el árbitro pitó el final y el juego se fue en empate.