Anoche se repitió la historia. Esta vez el escenario fue el Estadio Centenario. Pero la imagen fue la misma que una semana atrás en Florencio Varela. Quilmes volvió a perder con Defensa y Justicia. De nuevo el equipo de Cristian Díaz, más allá de una buena intención en el primer tiempo, deambuló por el campo, no tuvo una sola idea y cayó ante un rival superior.
El partido empezó parejo, con un Quilmes más adelantado que en Florencio Varela, con una mayor intención ofensiva, ante un Defensa que tampoco se quedaba y que también iba a buscar, aunque sin arriesgar tanto como en la semana pasada. Así, de entrada el juego era dinámico y de ida y vuelta, aunque sin situaciones claras. El juego era parejo, pero a los 19 minutos Defensa tuvo su primera aproximación y se puso en ventaja. Centro desde la izquierda de Rafael Delgado, la peinó Matías Sarulyte y la pelota le quedó a Ignacio Rivero en el segundo palo, que solo en el área la paró y definió con un remate contra el palo derecho: 1 a 0. Defensa lo ganaba cuando todavía no había pasado nada y obligaba al Cervecero a reaccionar. Con el gol la visita se agrandó, manejó la pelota y a los 29 llegó, con un remate cruzado de Rivero apenas desviado. Defensa era más, pero de a poco y tras la salida por lesión de Rivero, Quilmes empezaba emparejar las acciones, salía de su campo y se metía en el del rival, aunque sin profundidad. En la última del primer tiempo, Ignacio Bailone metió un bombazo de media vuelta y el arquero Gabriel Arias mandó la pelota al corner. Así se fue la primera etapa, con una victoria quizás exagerada de la visita, ante un Cervecero que tampoco merecía estar ganando.

DESORDEN, FALTA DE IDEAS Y UN RESULTADO INEVITABLE
En la segunda mitad Quilmes salió decidido a empatarlo, con el ingreso de Rodrigo Contreras en lugar de Matías Pérez Acuña, y así Nicolás Da Campo pasó a ser volante derecho y Federico Andrada se paró de enlace. Contreras se mostraba como el más desequilibrante, y a los 6 minutos protagonizó una clara, cuando entró gambeteando por la derecha, metió un centro bajo y rasante y Arias la sacó justo antes de que la empujaran. Los minutos pasaban y Quilmes iba cada vez más pero desesperado y sin claridad. Defensa se cerraba bien y salía rápido de contra. A los 20 minutos, dos cambios más buscando sacudir la modorra: Matías Escobar y Enzo Acosta entraron por Gastón Bottino y Nicolás Da Campo respectivamente. Así se paró Maximiliano González de lateral, Escobar fue al doble cinco y Acosta se paró en la derecha. Los cambios no hicieron más que agregarle desorden a un equipo ya de por sí desorientado. En el último cuarto de hora Quilmes lo fue a buscar con desesperación pero sin ningún tipo de claridad, ante un Defensa que controlaba las acciones y que salía a toda velocidad con contragolpes. A los 39 Quilmes llegó con un corner desde la derecha, cabeceó Sergio Escudero y tapó Arias. Pero Defensa era más, y de contra, a los 40, liquidó el partido, cuando se escapó por izquierda Agustín Bouzat, metió el centro bajo y Andrés Ríos la empujó para el 2 a 0. Esa fue la última, porque en el descuento no pasó nada y Quilmes volvió a perder.

CADA VEZ MAS HUNDIDO
La derrota terminó siendo justa por lo hecho por Defensa en el segundo tiempo. Otra vez Quilmes mostró una pobre imagen. En la primera mitad el trámite fue parejo, El Cervecero fue punzante y trató de ser protagonista, y la visita se puso en ventaja en una jugada aislada. En la segunda, Quilmes fue con desesperación, desordenado y sin una sola idea, la visita lo jugó con inteligencia, retrocedió algunos metros, jugó tranquilo y de contra liquidó el partido.
Otra derrota más de un Cervecero que se mete cada vez más adentro de la zona del descenso, y que por lo que muestra en la cancha en cada fin de semana, lejos está de poder salir. Los resultados de los rivales directos dejaron de ayudarlo, y Quilmes sigue perdiendo un partido tras otro. Se cambia el esquema, de nombres, de idea, y el resultado es siempre el mismo. Ahora se vendrá Vélez, otro rival duro pero que no está bien, aunque, tras el partido de anoche, El Cervecero sigue sin dejar ningún tipo de esperanza de que pueda sumar algún punto más de aquí al final.