Anoche Quilmes cayó como visitante frente a San Martín de San Juan. El equipo que dirige Cristian Díaz no hizo un mal partido, y parecía que iba a volver a sumar como visitante después de siete meses. Pero no pudo ser. Un error defensivo de los tantos que ha cometido el equipo a lo largo del torneo, le costó otro partido. Y van_
El partido comenzó con mucha lucha y poco fútbol. Quilmes salía a presionar en el mediocampo, esperaba y salía de contra rápido por las bandas, con Matías Pérez Acuña y Matías Orihuela. El local iba sin ideas ni espacios, y terminaba tirando pelotazos para sus delanteros. La primera llegada fue para San Martín, con centro desde la derecha, cabezazo de Joaquín Molina y la pelota se fue cerca del palo izquierdo. A los 27, la más clara: remate de afuera muy violento, tapó abajo César Rigamonti, que dio rebote para el costado, Molina recibió, le dio abajo y el arquero mandó la pelota al corner. Los minutos pasaban y el partido seguía siendo parejo, el local tenía un poco más la pelota pero era inofensivo, mientras que El Cervecero cortaba y salía de contra, pero no acertaba en el último pase. Así, el primer tiempo se fue con un empate sin goles. Un resultado que hasta ahí estaba bien, porque más allá de alguna que otra llegada del local, el trámite había sido muy parejo y sin emociones.

UN ERROR TIRO TODO POR LA BORDA
En la segunda etapa, San Martín salió a buscar más decidido y al minuto llegó clarísimo, cuando tras un centro desde la izquierda, Maximiliano Lugo apareció sin marca en el segundo palo, definió sobre la salida de Rigamonti y Cristian Trombetta despejó sobre la línea. Un rato más tarde y otra vez por un error en la marca sobre la izquierda, apareció solo en el área Marcos Gelabert, que cabeceó y la pelota se fue apenas arriba. A los 14 minutos entró Nicolás Da Campo por Federico Andrada y el equipo quedó parado 4-4-1-1. El local buscaba con insistencia pero Quilmes respondía con espacios, y así el juego se hacía más entretenido. A los 17 llegó El Cervecero, cuando tras un tiro libre al área desde la izquierda de Cristian Trombetta, cabeceó Rodrigo Contreras y la pelota se fue cerca. Buscando nuevo aire en el ataque, Ignacio Bailone entró a los 23 en lugar de Rodrigo Contreras. El propio Bailone tuvo una clara a los 32, cuando tras centro de la izquierda de Orihuela, el atacante le dio de bolea en el área y la pelota se fue por arriba. Los minutos finales fueron de ida y vuelta, porque los dos se dieron cuenta de que apurando un poco, lo podían ganar. Por eso, a los 40 entró Francisco Ilarregui por Pérez Acuña para darle algo más de dinámica a la derecha. Los dos iban sin acertar y parecía que el juego se terminaba 0 a 0, pero en tiempo de adición, a los 48, sucedió lo impensado. Centro desde la derecha de Pablo Aguilar, apareció en el segundo palo sin marca Joaquín Molina, que le dio de aire con un derechazo y clavó la pelota contra el palo izquierdo: 1 a 0 y desazón. Luego del gol no hubo tiempo para la reacción y así el encuentro se fue en derrota.

GOLPE INESPERADO
La derrota fue totalmente injusta. En el primer tiempo tuvo más la pelota el local pero apenas generó una sola situación de riesgo ante un Cervecero sin llegadas. En la segunda mitad el juego fue más dinámico, de ida y vuelta, pero sin mayores situaciones y con un dominio parejo para ambos. Así, el resultado no podía ser otro que un empate. Pero cuando nadie lo esperaba, un error en la marca de una de las últimas pelotas permitió el gol de los sanjuaninos que tiró por la borda todo lo trabajado durante noventa minutos. Dos marcaron a un mismo jugador, Gastón Bottino nunca notó que le llegaron por la espalda y adentro. Así se desperdició un partido bien trabajado y un segundo tiempo que aún era mejor que el primero.
La derrota terminó siendo un golpe durísimo, y así como la victoria ante Talleres fue clave para una levantada anímica, la derrota de ayer terminó siendo un golpe de nocaut a la confianza de los jugadores. No habrá tiempo para lamentos ni para decaer, porque se viene Gimnasia de Mendoza por la Copa Argentina y el doble enfrentamiento ante Defensa y Justicia.