El Cervecero cayó el sábado como local por 3 a 2 ante Racing Club, por la 18va fecha del campeonato de Primera División. Los de Alfredo Grelak lo ganaban por dos en el primer tiempo y se lo dieron vuelta. El DT renunció.
Lo que sucedió el pasado sábado en el Estadio Centenario es inexplicable. Quilmes jugó un primer tiempo espectacular y le ganaba a Racing 2 a 0, además de que la visita sufrió la expulsión de Pablo Álvarez. En la segunda mitad, con uno menos, la Academia lo dio vuelta y ganó 3 a 2 ante un Cervecero que volvió a ser el equipo de los últimos tres partidos. La derrota derivó en la renuncia del DT Alfredo Grelak.
El partido empezó con un Quilmes decidido a ser protagonista, y de entrada metió a Racing contra su arco. A los 2 minutos, tiro libre directo de Cristian Trombetta, la pelota pegó en el ángulo derecho, en el rebote metió un centro bajo Diego Colotto, el arquero Agustín Orion no retuvo y nadie la pudo empujar. El Cervecero presionaba adelante y ahogaba a su rival. Y a los 7 minutos, abrió el marcador con un golazo. Nicolás Da Campo abrió la pelota para la derecha, centro de primera de Matías Pérez Acuña y Federico Andrada, con un anticipo, metió un cabezazo bárbaro para clavar el balón contra el palo derecho: 1 a 0. Quilmes ganaba bien porque era más, asediaba a Racing y no lo dejaba crecer. De a poco la visita emparejaba las acciones. Y a los 24 llegó, con un remate de afuera de Lautaro Martínez y la pelota se fue cerca. Y a los 40, la situación menos pensada: Gabriel Ramírez levantó la pelota en el área por encima de Pablo Álvarez, codazo del defensor en el rostro del volante, penal y expulsión para el jugador de la Academia. A los 42, Andrada remató suave al medio y anotó el 2 a 0. Momento ideal para Quilmes, que le daba un golpe durísimo a Racing, que no pudo reaccionar hasta que se fue la primera mitad. El Cervecero lo ganaba con total justicia.
EL SEGUNDO TIEMPO MENOS PENSADO
En la segunda etapa, Racing salió decidido a buscar y a los 5 minutos descontó, con un tiro libre directo de Gustavo Bou. El delantero le dio recto y por debajo de la barrera, y la pelota se metió suave contra el palo derecho. Con el 2 a 1 Racing de animó más, aún con un jugador menos, y dejaba espacios para la contra del Cervecero, que llegó a los 8 con un remate bajo de Gabriel Ramírez, pero tapó bien Orion. Quilmes retrocedía cada vez más, y a los 15, Racing lo empató. Fue con un centro bajo desde la izquierda de Marcos Acuña y Lautaro Martínez, apareado con Matías Orihuela, definió contra un palo: 2 a 2. Silencio total en el Estadio Centenario ante un Quilmes que volvía a ser el de los partidos anteriores. A los 20 entró Brandon Obregón por Nicolás Da Campo buscando otra movilidad en el mediocampo. El Cervecero lo iba a buscar pero ya sin ideas, con muchos más nervios, ante un Racing que esperaba para la contra. A los 30, Francisco Ilarregui entró por Orihuela, lesionado. “Tico” se paró de volante derecho y Gastón Bottino pasó extrañamente a ser el lateral izquierdo. Racing empezaba a conformarse con el punto y Quilmes iba más, pero sin precisión. Jugándose todo por el todo, a los 38 ingresó Jonatan Torres por Gabriel Ramírez. Pero El Cervecero seguía sin claridad, y de contra, Racing lo ganó. Se escapó Marcos Acuña, centro pasado desde la izquierda y la empujó Maximiliano Cuadra: 3 a 2. En tercer gol fue un golpe de nocaut. Quilmes nunca pudo reaccionar y así el encuentro se fue en derrota.
Una resultado inexplicable
La derrota terminó siendo justa y por pura responsabilidad de Quilmes. Porque en la primera mitad recuperó la memoria, fue aquél equipo de las primeras fechas del torneo, presionó, corrió, se plantó en campo rival, y lo ganaba muy bien por dos goles. Además, la impotencia de la visita lo hizo quedarse con un jugador menos por la expulsión de Álvarez. En la segunda etapa, cuando todos imaginaban que hasta podía darse una goleada histórica, lo que quedó para los libros fue la manera en que a Quilmes le dieron vuelta el partido. El conjunto cervecero volvió a cometer todos los errores posibles, se metió atrás, casi no generó peligro y perdió de nuevo.
La derrota quizás más dolorosa de todas y la confirmación de que el ciclo de Alfredo Grelak estaba cumplido, algo que se terminó de definir minutos más tarde. Ahora, mientras la dirigencia busca un plan “B”, el plantel volverá hoy al trabajo con Leonardo Lemos como interino, que además dirigiría ante River. El nuevo DT debutaría ante Colón.
