Fue lo mismo de siempre pero con otro final. Como pasó tantas veces durante la era de Alfredo Grelak, Quilmes salió bien plantado, presionó y jugó un buen primer tiempo, poniéndose incluso en ventaja. En la segunda etapa, de nuevo el equipo se retrasó, lo sintió en lo físico, en lo psicológico, el rival lo metió en su campo y se lo empató. Pero a diferencia de otras veces, encontró el 2 a 1 y se quedó con la victoria.
El partido comenzó con los dos yendo a buscar. Quilmes era algo más incisivo, metía mucha gente en campo rival pero no generaba peligro. Olimpo esperaba y salía de contra, siempre dejando dos delanteros en posición de ataque. Los dos iban pero no se lastimaban. La primera fue para la visita recién a los 17 minutos, con un tiro libre directo de Jacobo Mansilla y la pelota rozó el ángulo izquierdo. El juego era de ida y vuelta aunque ninguno de los dos lograba ser claro en los últimos metros. Pero a los 21 minutos Quilmes, que a esa altura era más, supo acertar. Pase profundo de Diego Colotto para Matías Orihuela en la izquierda, centro bajo al borde del área, Nicolás Benegas la tomó, se sacó de encima a un rival y definió cruzado, contra el palo izquierdo, para el 1 a 0. El Cervecero se ponía arriba cuando más complicaba a su rival. Olimpo intentaba reaccionar pero sin demasiada precisión. Llegó a los 36, con una media vuelta de Erik Correa, y la pelota se fue cerca del palo izquierdo. A los 41, otra de la visita, centro frontal, distracción defensiva, Correa recibió en el área chica, definió pifiado de media vuelta y tapó muy bien César Rigamonti. Más allá de esto, Quilmes seguía buscando, estuvo cerca de contra pero no supo resolver, hasta que se terminó la primera etapa. El Cervecero lo ganaba bien porque supo acertar cuando mejor estaba.

SUFRIO PERO ENCONTRO EL PREMIO TAN DESEADO
En la segunda mitad, la visita salió mucho más adelante buscando el empate, Quilmes retrocedía y empezaba a sufrir. A los 4 minutos llegó Olimpo, con un centro pasado desde la derecha, Jacobo Mansilla le dio de aire y tapó bien Rigamonti. A los 14 minutos, Matías Pérez Acuña reemplazó a Juan Martínez Trejo y se paró como lateral derecho, Gastón Bottino pasó a ser volante y Nicolás Da Campo fue a la izquierda. Quilmes se retrasaba y Olimpo se metía en campo cervecero, y a los 18 lo empató. Tiro libre desde la izquierda de Mansilla, cabezazo de Carlos Rodríguez que saltó más que todos y adentro: 1 a 1. Como le viene pasando desde hace tiempo, Quilmes no lograba sostener el resultado a favor y el rival, que dominaba, se lo igualaba. El Cervecero no le encontraba la vuelta pero cuando menos lo esperaba, encontró el segundo. Iban 28 minutos, lateral de Orihuela al fondo en la izquierda para Benegas, centro atrás por bajo, Da Campo le dio a colocar, la pelota se desvió en un Víctor López, descolocó al arquero y se metió. Quilmes lo pasaba a ganar 2 a 1 cuando estaba sufriendo y todos comenzaban a mostrarse impacientes. A los 30, Matías Sarulyte dejó la cancha lesionado y lo reemplazó Ismael Benegas. A los 36, Gabriel Ramírez entró por un agotado Fernando De La Fuente. Quilmes trataba de ir a buscar y de jugar lo más lejos de su arco posible, ante un Olimpo que ponía mucha gente en ataque. A los 47, Maximiliano Pérez tuvo una clarísima, cuando recibió solo en el área chica y definió por arriba. En los instantes finales, la visita fue a buscar con todo, y Quilmes se aferró con uñas y dientes al resultado hasta que el juez pitó el final.