Nació el 13 de marzo de 1989 en Colón, provincia de Buenos Aires. Matías Sarulyte es un marcador central de 27 años y 1.89 de estatura, que debutó en Primera en el 2009 en Estudiantes de La Plata. Tras cuatro años allí, pasó a préstamo a Olimpo de Bahía Blanca, y luego jugó dos años en Arsenal de Sarandí. En el último semestre jugó en San Martín de San Juan.
Matías Sarulyte firmó su contrato a préstamo por un año el pasado jueves en la sede social de Guido y Paz, y ayer se entrenó por primera vez con sus nuevos compañeros. Luego de la práctica, el defensor dijo que "estoy contento, siempre que a uno lo llaman para jugar, y más en un club de Primera División, uno está siempre contento y más que agradecido, al técnico y a los dirigentes que han decidido confiar en uno. Es bueno que sepan que uno está vigente para darle lo mejor al club. Ya se venía hablando hace unos días. El entrenador Marcelo Broggi se puso en contacto con el técnico de San Martín de San Juan, Pablo Lavallen, después me llamó a mí. Y si bien tenía otra propuesta, esperé para poder llegar a un acuerdo, y la verdad que Quilmes me cerró bien. Por suerte ya me pude sumar".

- ¿Por qué elegiste Quilmes por sobre otras ofertas?
- Elegí Quilmes porque es un club con mucha historia, por el que han pasado grandes jugadores. Más allá de que uno por ahí leyó por Internet que ha tenido varios problemas, siempre es lindo sumarse a un club de esta magnitud, porque es una gran vidriera, todo el mundo lo mira, está en Buenos Aires y es un club que para mí, dentro de los chicos, es grande. Siempre motiva eso, también poder estar cerca de mi ciudad (Colón), y es un club que está ubicado en un lugar, en una ciudad, más que linda. Esas son todas cosas que uno pone en la balanza. Además, en el fútbol argentino, todos los clubes tienen problemas. Algunos más, otros menos, algunos los solucionan más rápido, otros no. Pero yo creo que en general, si uno se propone hacer bien las cosas, el club siempre sale adelante, tanto de parte nuestra como de los que están arriba.

- Se está armando un grupo nuevo y tienen que conocerse rápido_
- Sí, pero bueno, estamos acostumbrados. Cada seis meses o un año siempre llegan chicos nuevos y se van otros, y siempre se tienen que rearmar los planteles. Lo bueno es que hay un plantel variado, con chicos jóvenes que tienen que aprender mucho, los grandes que por ahí tenemos un poco más de experiencia, tenemos que ayudar a los más chicos, y el técnico a nosotros, que tiene la difícil tarea de armar un equipo y nunca puede dejar contento a los treinta, es imposible. Hay que ir de a poco y con el grupo vamos a sacar a Quilmes adelante. Vamos a tener un año duro, pero el jugador profesional está para eso, tiene que adaptarse a lo que el club tiene que pelear, ya sea arriba o el descenso. Así es el fútbol y estas son cosas lindas, el tener que adaptarse a cada una de las situaciones.