Todo comenzó cuando la secretaría de Hacienda detectó en los arqueos del Cementerio, un posible desvío de fondos porque estaban anulando recibos en una cantidad injustificada.

Ante esta irregularidad se inició una investigación, y se arribó a la conclusión de que habría algún manejo espurio del dinero que pagaban los contribuyentes en concepto de entierros o renovaciones   

Con esta información, se intervino la administración de la necrópolis, se concretó una denuncia penal, se abrió un sumario administrativo para deslindar responsabilidades y fueron suspendidos de manera preventiva a los empleados que están investigando. 

Cabe agregar que desde el Municipio se señaló que la maniobra “se pudo detectar a tiempo, no llevaría más de tres o cuatro meses, de manera que no es una cifra muy grande” la que se habría desviado, alrededor de unos 12 millones de pesos.