El pasado lunes ante Patronato le tocó entrar al inicio del segundo tiempo para defender mano a mano y que sus compañeros buscaran remontar la derrota parcial. Lucas Abascia está conforme con lo que hizo Quilmes el lunes aunque lamentó no haber sostenido el resultado luego de ponerse arriba en el marcador. El central habló además de su momento personal.

Lucas Abascia ya piensa en lo que viene, pero todavía tiene algo de fastidio por no haber ganado el lunes pasado. El defensor cervecero dijo que “todavía tengo algo de bronca, me quedó un sabor agridulce. Porque entramos con Fabi (Fabián Bordagaray) en el segundo tiempo, lo dimos vuelta y a los pocos minutos nos hicieron el gol. Nos quedó un poco de bronca porque no sostuvimos el resultado. Pero bueno, después de verlo más tranquilo en casa, fue un buen punto que rescatamos, porque habíamos arrancado perdiendo, así que en definitiva fue un resultado bueno. Seguimos invictos, con pocos goles en contra, todo el equipo está muy bien, es difícil que nos hagan goles, aunque el otro día nos hicieron dos, más allá de que el primero fue un golazo de otro mundo”.

-¿Te sentís cómodo con esta manera de arriesgar que hace que los defensores jueguen mucho mano a mano?
-Sí. El técnico arriesga mucho cuando necesitamos ir a buscar el partido, esta vez resultó pero fue una lástima que no hayamos podido quedarnos con los tres puntos. Es un error en el que tenemos que trabajar, porque dar vuelta un resultado en esta categoría es muy difícil, y haberlo hecho con el empuje que metimos, con la gente, tendríamos que habernos reagrupado y cerrarnos atrás. Son cosas que tenemos que aprender, somos de ir siempre para adelante pero bueno, a veces hay que resguardarse.

-Llegaste al final, casi sin pretemporada, te fuiste poniendo a punto… ¿cómo estás hoy?
-Estoy bien, con ansias de poder jugar de arranque, pero entiendo cómo viene todo, que la defensa está muy bien y que si la tenés que mover es muy difícil, porque como dijimos, somos de los equipos con menos goles en contra. Hay que estar tranquilo, aportar cuando toque y hacer lo mejor cuando tenga esa oportunidad. Pero más allá de jugar más o menos, uno cuando llega a un equipo siempre quiere, además de tener minutos, pelear el campeonato, y yo decidí venir a Quilmes porque la idea era pelear bien arriba. Aunque si me decías que a esta altura del torneo íbamos a estar punteros e invictos, no sé si lo iba a creer. Pero bueno, eso habla bien del grupo, de la cabeza y de cómo trabajamos. Hay que mantenerlo.