En el procedimiento secuestraron numerosas dosis de cocaína y de marihuana, elementos de fraccionamiento, armas de fuego, municiones, dinero en efectivo, teléfonos celulares y anotaciones personales que permitirán diversificar y profundizar aún más la investigación. 

El procedimiento que tuvo lugar este viernes a la madrugada, fue coordinado desde la Jefatura distrital de Quilmes, con la intervención de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 20 a cargo de Gustavo Araos y del Juzgado de Garantías Nº 2 que preside Martin Nolfi.

A las 2 de la madrugada del viernes, personal del Gabinete Técnico Operativo de la seccional Quilmes Sexta tras tareas investigativas que llevaron dos meses, realizaron un allanamiento en un inmueble del barrio La Resistencia, en el límite con Los Álamos y Barrio 24 de Diciembre, como así en otro inmueble emplazado en Florencio Varela.



Se procedió a la aprehensión de dos personas de nacionalidad peruana, una mujer y un hombre, quienes eran los sindicados como los que comercializaban estupefacientes. Asimismo en el lugar se procedió al secuestro de  un revolver calibre 22 corto, con 8 municiones intactas en el interior, una bolsa de nylon con una piedra de clorhidrato de cocaína, un envoltorio de nylon con 109 “pacos”, una cartera con más clorhidrato de cocaína y picadura de marihuana, otra bolsa con 32 “pacos” y una agenda con nombres, números de teléfonos y anotaciones, una balanza eléctrica y una tablet , otros 28 “pacos”.

MODUS OPERANDI
El sujeto aprehendido comercializaría estupefacientes mediante el sistema de delivery, realizando repartos en una motocicleta como así también a pie. Luego de llevado a cabo el allanamiento se trasladó a la totalidad de los secuestros y aprehendidos al asiento físico de la seccional Quilmes Sexta, lugar donde se labraron las actuaciones de rigor.

Según detallaron fuentes investigativas, el hombre estaba haciendo tareas comunitarias en el marco de una causa caratulada como “portación ilegal de arma de fuego de uso civil” de marzo último, pero además era investigado paralelamente por la comercialización de drogas. En ese contexto decidió involucrar a su hija. Tras fraccionar los estupefacientes los distribuían en el barrio Villa Angélica de Florencio Varela.