Este lunes el obispo de la Diócesis de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, presidió la misa final para despedir los restos mortales del padre Luis Farinello, quien falleció el sábado en la tarde a los 81 años. El servicio religioso se realizó en la Iglesia “Caracol” (Nuestra Señora de Luján) con gran presencia vecinal.
En palabras alusivas, Tissera recordó al padre Farinello por su compromiso social y religioso. Mencionó así una vez que, de joven, el sacerdote había presenciado el fallecimiento de una anciana que “pareció quedarse dormida y feliz”, en ocasión de lo cual había expresado su deseo de que su final fuese todo lo contrario: “Desearía morir luego de una larga enfermedad que me permitiera tener tiempo de reflexionar, arrepentirme y confesarme lo suficiente”, citó Tissera.
El Obispo se emocionó en esos momentos al entender que se trató casi de una “profesía”, y que “Dios le cumplió su deseo”. Cabe recordar que el padre Luis falleció el sábado en la tarde por un paro cardiorrespiratorio, pero su salud se venía deteriorando desde 2012, cuando sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV), cuyas secuelas lo acompañaron hasta el final de sus días.
Sus restos fueron velados en la Iglesia “Caracol”, la cual presidió durante 30 años. Durante el servicio religioso cientos de vecinos pasaron a darle el último adiós al reconocido “cura villero”, quien tuvo además una importante acción social y política, siendo impulsor del Polo Social.
ACOMPAÑAMIENTOEn la puerta de la capilla quedaron las coronas florales que dejaron instituciones, agrupaciones políticas y sindicales en honor a Farinello. Asimismo, además de vecinos acudieron concejales, gremialistas y personalidades reconocidas de Quilmes. Finalmente sus restos fueron llevados al Cementerio Municipal de Ezpeleta y depositados en la parcela de sacerdotes de la Diócesis de Quilmes.
