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CARLOS CABALLERO
15/04/2018
¡POR EL MUNDO!, VULNERANDO LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ
Periodistas, comentaristas y el público en general festejan la maravillosa ocurrencia de Marley de hacer de su paternidad una gran oportunidad de negocio y explotar su carisma y simpatía paseando por el mundo a su más reciente adquisición, su hijo Mirko.
Nuestra sociedad pronta para festejar y apoyar todas las excentricidades de sus famosos, tiene la misma rapidez de juzgar y condenar a familias pobres y excluidas que puedan cometer esas mismas locuras.
Con la llegada de los hijos de Marley, Luciana Salazar y otros tantos asistimos a una flagrante acción de vulneración de derechos que deja a esos niños y niñas expuestos a la inescrupulosidad de sus famosos padres. Estos niños frutos del “deseo de ser padres o de tener algo más (un hijo), nada tiene que ver con el derecho que tiene todo niño y niña a tener una familia.
Cuando vemos en la calle, transporte público o en algún espacio público a un padre o madre pidiendo, vendiendo o realizando cualquier otra transacción comercial, nos escandalizamos los juzgamos, criticamos y los destruimos. Les decimos malos padres, explotan a sus hijos, los exponen y vulneran todos sus derechos. En cambio, cuando esto mismo pasa con un famoso celebramos la feliz ocurrencia.
Hay una clara diferencia entre ambas situaciones, en el caso de las familias anónimas son víctimas de un sistema que los ha condenado a vivir la pobreza y la exclusión y, si bien niñas y niños son vulnerados en sus derechos, la familia utiliza este recurso como recurso posible para poder subsistir.
En cambio, exponer a los hijos a un reality o a un loco paseo por el mundo, nada tiene que ver con necesidades y esta vulneración se hace “a propósito”, con la complicidad de la justicia y los medios y de la sociedad en general y el único fin que persiguen es elevar más el alto ego de esos famosos y, acrecentar sus ya abultadas cuentas bancarias.
“Por el mundo” y otros tantos, vulneran los derechos de esos niños a la intimidad, son expuestos al trabajo infantil y otras formas de explotación que atentan contra su bienestar. Se atenta contra el Interés Superior del Niño garantizado en la Convención de los Derechos del Niño.
Que vivan sin privaciones económicas no quiere decir que se encuentren dentro de un sistema de Protección Integral; por lo contrario, la plata de sus padres les da impunidad para hacer de esos sujetos de derecho, simples objetos de consumo y de deseo de los adultos que deberían garantizar sus derechos.
Es preciso que las autoridades responsables de garantizar los derechos del niño, actúen en consecuencia e impidan a los famosos a exponer a estos niños y niñas al espectáculo decadente de quienes solo les interesa el rating, su fama y su dinero.
Defendamos a la niñez y garanticemos el pleno ejercicio de sus derechos, sin importarnos la situación económica de sus padres o adultos de referencia. En cada niño hay un sujeto de derecho y en cada niño hay una responsabilidad de la sociedad de garantizarlos.
Carlos Caballero
DNI 20.365.937