Se debe proporcionar al bebé un espacio acogedor y agradable para brindarle seguridad y confort. La habitación de la casa que se destine al cuarto del bebé debe cumplir ciertas premisas para satisfacer sus necesidades durante los primeros meses de vida. 

AMBIENTE
El cuarto del bebé debe recibir luz natural, buena ventilación y ser lo más silencioso posible. Si tenemos la posibilidad de elegir, que sea de dimensiones amplias, pero la habitación no debe ser demasiado fría ni demasiado calurosa. Lógicamente, es muy importante que se encuentre lo más cerca posible de la de los padres.

COLORES EN LA PINTURA



Para los primeros años son preferibles los colores neutros que transmitan serenidad como el beige, el habano, el verde claro. Si ya se conoce el sexo del futuro bebé, se puede optar por los tradicionales rosa y azul pero en tonos suaves. Más o menos después de los dos años se pueden aportar notas de color más fuertes para estimular su creatividad. 

TIPOS DE PINTURA
Es muy importante el tipo de pintura. Son preferibles las pinturas al agua, no tóxicas y lavables, mejor aún si es una pintura ecológica libre de metales pesados. En el caso de elegir papel para decorar las paredes, se recomienda optar por los que son lavables, anticipando que será una habitación propensa a mancharse.

LA ILUMINACIÓN 
Si la habitación no es demasiado grande, basta con una luz cenital y una luz indirecta. Hay que aprovechar al máximo la luz natural que entre por las ventanas, por eso las cortinas deberían ser translucidas y ligeras en tonos claros. Es preferible evitar los tubos fluorescentes y las lámparas halógenas. En cuanto a la instalación eléctrica hay que tener sumo cuidado de que no quede ningún cable a alcance del niño y que estén siempre fijados a la pared.

EL SUELO 
En cuanto al suelo las premisas fundamentales son seguridad y limpieza, ya que en cuanto el bebé empiece a gatear y hasta que dé sus primeros pasos, estará en permanente contacto con él. Además, es importante que se trate de un material resistente y duradero, para soportar los ajetreos de los niños. Una buena opción, además de decorativa, es el suelo de linóleo. El linóleo es un pavimento cuyo componente principal es el aceite de lino solidificado. Es biodegradable, impermeable y antiestático.

MOBILIARIO Y TEXTILES



Al elegir los muebles, la mejor opción es elegir maderas macizas con acabados naturales, es conveniente evitar los aglomerados y los barnices. En cuanto a los textiles, tanto la ropa de cama como las cortinas y las alfombras deberían ser de fibras naturales, como el algodón, para evitar provocar una posible alergia. También hay que tener en cuenta que sean fácilmente lavables.

No se debe recargar la habitación: durante el primer año alcanza con una cuna (el mueble estrella), una cómoda o mueble cambiador y si se dispone de espacio, un ropero. Más adelante será necesario un mueble para guardar los juguetes y si hay espacio un escritorio o una mesa con sillas para que el niño juegue.  Los muebles convertibles (cunas convertibles también) son ideales para las habitaciones infantiles, su diseño abarca varias etapas del crecimiento de los niños.