El fallo del juez federal Claudio Bonadío en la causa de los cuadernos de la corrupción K “impacta doblemente porque es un recorrido de certezas, en una sociedad que tiene pocas certezas, de manera que leer el fallo es empezar a leer definiciones”, comenzó Raúl David Caballero en su columna semanal por Radio FAN (103.9 fm), durante el programa “Ir a Más”.

“Llega a llamar ‘cobardes’ a los empresarios, ‘corruptos’; y en los primeros párrafos hace mención a que la corrupción quitó el dinero a los pobres para la salud, para la educación. ¡Es lapidario! Luego elabora una arquitectura en el fallo, citando persona por persona sus declaraciones, a lo largo de 500 páginas, ¡es demoledor!”, exclamó.

El fundador de PERSPECTIVA SUR señaló que “critican al juez pero en lo que hace a su trabajo, hay que considerar que va elaborando un argumento que luego toma carácter autónomo, porque después pasará a la Cámara Federal, y si termina en un fallo condenatorio o absolutorio es porque la causa se sostiene por sí misma, por las pruebas que se fueron reuniendo y su contrastación con la realidad. ¡Todo tiene que ser coherente!”.

“De manera que la dinámica de la Justicia tiene su propia lógica: si hace bien su trabajo, va a llegar a una conclusión, en la medida que tenga correlación la realidad con los argumentos reunidos. Si se dan esas dos condiciones, estaremos frente a un fallo”. 

IGUALES
“El fiscal Stornelli relató que había visto a imputados temblando en su presencia, porque el que está declarando sabe que ya declaró otro y quizás mañana se presente un tercero, y sus dichos se van a estar cotejando con lo que diga uno y otro”.

“Con la figura del arrepentido se ha dado un paso increíble. Basta pensar que están procesados empresarios como Roggio, Pescarmona, Eurnekián, nombres impensados y que eran intocables. Hasta el primo del Presidente fue procesado, y al leer sus declaraciones te das cuenta que ante el juez se terminan los oropeles y apellidos, tuvieron que responder como cualquier ciudadano de a pie”, agregó Caballero.

 “Evidentemente la Justicia tiene un papel relevante en la democracia, pero hay que darle tiempo porque lamentablemente va a otro ritmo. Por su parte, la política tiene un nervio propio, porque día a día tiene que elaborar una campaña electoral, pero no podemos comparar el trabajo de la Justicia con la política. Dentro de poco el juez de instrucción pasará a segundo plano, cuando eleve la causa a juicio oral, se acabó su trabajo y seguirán las otras instancias de la Justicia”. 

REPROCHES
“Lamentablemente  los argentinos estamos muy hartos de la justicia, porque basta verlo al ex presidente Carlos Menem sentado en una banca del Senado de la Nación. Es muy fuerte, porque todos nos acordamos de la voladura de Río Tercero”.

 “Los argentinos tenemos una lista de reproches para hacerle a la Justicia. Los quilmeños tenemos a ex intendentes tiene causas en la justicia federal, que sigue durmiendo. Por eso nos sorprendemos que ahora la Justicia actúe tan rápido”. 

“Sin duda esto tendrá una repercusión terrible en la composición del panorama político para las elecciones próximas. Seguramente el peronismo tendrá dos versiones, porque quién va a querer estar identificado con gente que estuvo tan involucrada en un causa de corrupción como ésta”, concluyó.