Los incendios anteriores ocurrieron en octubre de 2015 y noviembre de 2017. “El incendio se logró controlar gracias a la brigada obrera de planta, a pesar la precariedad de los equipos. Los 6 trabajadores internados por emanación de humo se encuentran bien y dados de alta”, informaron.

“En los anteriores incendios la brigada de trabajadores fue también la que actuó eficientemente. En base a estos eventos reiterados, se elevaron a la empresa un listado de fallas que saltaron en aquellos siniestros, como ser líneas de mangueras pinchadas, equipos autónomos de respiración fuera de servicio, falta de barbijos con filtros contra el humo toxico, portones automáticos divisores de secciones que al cortar la tensión quedan bloqueados”, detallaron y señalaron que el sistema de rociadores automáticos no se accionó.

FALTA DE RESPUESTA
Según los empleados, la empresa “sólo cambió los repuestos de maquinaria carbonizada para comenzar a producir lo antes posible”. 

En consecuencias sostienen que existe una “doble impericia” de los responsables de la multinacional: “Uno por no tomar los temas de equipamiento para garantizar la seguridad de los trabajadores brigadistas, y segundo es la no resolución de las fallas reiteradas en sus máquinas, arriesgando vidas. Privilegian la producción por sobre la seguridad”.