Se trata de unidades de 250 cilindradas, que obtienen una mayor velocidad en situaciones de reacción -del tipo persecución- gracias a un sistema carburador con bomba de pique.
Estas motos son totalmente eléctricas y cuentan con un sistema de display conectado a una computadora central que controla todo el encendido del rodado, es decir que, sin él, no se podrán realizar controles de combustible o velocidad.

Asimismo, durante las tareas de patrullaje, las motos serán monitoreadas por el Comando Central y, en casos de emergencia, dispondrán de botones antipánico, conectados a otros móviles y comisarías y a las garitas que se encuentran dispuestas en distintos puntos de la Ciudad.
Otra de las características es su encendido electrónico, con batería cargable por bobina, mecanismo que reemplaza al antiguo dínamo.

Los conductores, por su parte, contarán con puertos USB, disponibles para la conexión de equipos de GPS, y cargadores de 12 volts, capaces de brindar energía ante una emergencia y evitar así que el vehículo deba regresar a base. 

Con respecto a los frenos, son a disco en las dos ruedas y utilizan líquido hidráulico. Este rodado es capaz de cargar aproximadamente 15 litros de combustible, que le brindan una autonomía de entre 300 y 400 kilómetros.
Visualmente, los vecinos podrán reconocerlas por sus balizas y la chapa policial correctamente encriptada.