El programa elaborado entre la Unión Industrial Quilmes y la Universidad Nacional de Quilmes, “Superfuertes con Supersopa”, ha dado sus primeros pasos en la zona costera de la ciudad. El objetivo es utilizar el superalimento desarrollado en la casa de altos estudios para “reducir la brecha nutricional entre ricos y pobres”, apuntaron los organizadores.

Día a día decenas de chicos visitan el comedor comunitario “Mamás de la Ribera” con el fin de alimentarse. Preocupados por la situación, industriales locales decidieron realizar un aporte para lograr que los más vulnerables que allí asisten puedan alcanzar los requerimientos nutricionales necesarios para su correcto desarrollo y crecimiento.

“Sabemos que la revolución industrial nos enfrenta a paradojas y contradicciones. Mientras un sector se enriquece, otro se empobrece. Por eso los industriales estamos convencidos que debemos involucrarnos para construir la sociedad libre, justa y solidaria que todos nos merecemos. Nuestro mayor anhelo es que estos nenes y nenas se transformen en pescadores de sueños. Problemas audaces necesitan de soluciones audaces”, expresó Sandra Torres, vocal de la Unión Industrial Quilmes y miembro de la comisión de mujeres de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires.

EL MISMO LADO
La coordinadora del comedor, María del Carmen del Bruno, no pudo esconder su alegría al recibir las latas de Supersopa: “El mayor sueño que poseemos es poder brindarles a estos chicos un futuro y esperanza. Queremos seguir trabajando para ofrecer mejores talleres, más educación y capacitación. Todo es posible si estamos todos del mismo lado”.

El comedor, que es el primer beneficiario del plan de la UIQ y la UNQ que busca paliar la pobreza en el distrito, fue escenario de un show de magia mientras se degustaban pizza, gaseosas y tortas. Con el avanzar de las semanas, la Unión Industrial de Quilmes seguirá sumando comedores y merenderos a su programa enfatizando que “sin industria, no hay nación”.