Existen diversos tipos de parrillas que hay de acuerdo a sus características:
- A gas o eléctrica: Ideal para colocar sobre la mesada de la cocina o en un balcón, ofrece una muy buena cocción en poco tiempo, con el plus de no hacer humo. Desventaja: se pierde el sabor típico ahumado del asado.
- Rodante: Una buena alternativa cuando no se cuenta con mucho espacio. Va bien en balcones, patios y terrazas.
- Pre-moldeada: Con un diseño estándar, puede variar su tamaño. Es la opción cuando no se desea realizar una gran obra.
- Mampostería: Tienen la ventaja de que pueden hacerse de la forma y el tamaño deseados. Es mejor contar con los accesorios de hierro previo a su confección.

QUÉ TENER EN CUENTA
- Ubicación: Lo ideal es que la parrilla se encuentre contigua al lugar de reunión: galería, quincho, garaje-quincho o semi-cubierto.
- Exterior: El revestimiento exterior debe ser acorde a la estética del lugar y también debe resultar noble, duro y de fácil limpieza. Materiales posibles: adoquines, lajas, pórfidos, ladrillo a la vista, bolseado o revoque con pinturas especiales.
- Estructura: Es preferible que esté compuesta por módulos. Eso facilita la limpieza como también el hecho que sea enlozada. Puede ser de ángulo V que permite deslizar la grasa hacia el grasero o de hierro redondo.
- Mecanismo: Hay de dos tipos, según su movimiento en altura: manija frontal o lateral. Cuando no hay espacios laterales, existe la posibilidad de colocar una manija desmontable, en el frente.
- Diseño: A la hora de proyectar una parrilla es conveniente incorporar un leñero revestido con algún material cerámico de fácil limpieza. Para tener un espacio más prolijo se puede ocultar la parrilla con un cerramiento.
- Chimenea: Debe tener salida a los 4 vientos, es decir, de una altura suficiente como para que la terminal pueda sacar el humo hacia afuera.