No pudo despedirse de su gente con una victoria. El Cervecero no hizo un mal partido, se repuso dos veces a un resultado adverso en un primer tiempo vibrante y de ida y vuelta, y en el segundo fue dominador pero no logró llegar con claridad como para ganarlo.
Ya sin presiones, Quilmes salió más liberado, intentó ser protagonista ante un rival necesitado que también lo buscaba, y así el juego se planteaba de ida y vuelta. A los 5 minutos tuvo la primera, con una buena pared entre Brandon Obregón y Gabriel Ramírez, que terminó con este último mano a mano con el arquero Pablo Santillo, pero tapó el uno. A los 6 y de contra respondió Arsenal, con un remate de afuera de Juan Brunetta, pero tapó bien César Rigamonti. Y a los 10, en su segunda llegada, la visita se puso en ventaja. Tiro libre al área desde la derecha, cabeceó Jonathan Bottinelli y clavó la pelota contra el palo izquierdo. Arsenal ganaba cuando el juego era parejo y obligaba a Quilmes a reaccionar. Y a los 15 lo empató: pelota por arriba al área de Arsenal, la bajó con cabezazo de pique al piso Tomás López, cabeceó Federico Andrada, Santillo la tapó en el ángulo izquierdo pero en el remote la metió de arremetida con otro cabezazo Maximiliano González. Adentro y 1 a 1. Quilmes lo empataba con justicia y se animaba a buscar el segundo. Sin embargo, cuando menos lo esperaba, a los 28 la visita hizo el segundo. Corrida por la izquierda de Federico Milo, le dio de afuera y cruzado, y la pelota se metió contra el caño izquierdo: 2 a 1. Pero El Cervecero reaccionó y no le dejó tiempo a la visita para celebrar. Porque a los 31, Brandon Obregón metió un centro desde la izquierda, le pifiaron el área, la paró Matías Pérez Acuña y clavó la pelota arriba con un bombazo: 2 a 2. Los dos siguieron yendo, pero no hubo más aproximaciones en los minutos finales y se terminó la primera etapa, con un empate que estaba bien.

Bajó el ritmo y no se lastimaron más
En la segunda mitad, el partido se cayó en un pozo. Quilmes seguía dominando pero era más impreciso y le costaba entrar ante una defensa rival bien cerrada. Arsenal, por su parte, esperaba y trataba de jugar de contra. Sin embargo, ninguno generaba peligro y el encuentro era pobre. A los 21 y para darle otra movilidad a la derecha, entró Francesco Celeste por Jonatan Torres. Y a los 33, el juvenil Marcelo Olivera debutó en Primera al ingresar por Gabriel Ramírez. Así Obregón fue al doble cinco con Maxi González y Olivera fue de punta con Andrada. El último cambio fue a los 38, cuando entró Nicolás Da Campo en la izquierda por Matías Orihuela. En los instantes finales Quilmes intentó ir con más gente para buscar la victoria ante un Arsenal que parecía conformarse con el punto. Sin embargo, el ingresado Juan Sánchez Sotelo tuvo dos muy claras para la visita: primero con una media vuelta en el área y la pelota se fue apenas afuera, y luego con un corner de la izquierda y un cabezazo, pero el balón pegó en el palo izquierdo. En la jugada siguiente, hubo una serie de rebotes, un remate en el área y tapó Rigamonti. Arsenal se acordó de atacar en el final pero no tuvo tiempo y el partido se fue en igualdad.

Empate justo
El resultado terminó siendo el más justo por lo hecho por los dos en el encuentro. En la primera etapa hubo mucho más ritmo, los dos lo buscaron y hubo situaciones de peligro para los dos lados. En la segunda, la visita pareció entender que la igualdad le servía y le dejó el protagonismo a Quilmes, que tuvo más la pelota pero casi no generó peligro.
Empate que sólo sirve para la estadística. Que sirve para que El Cervecero se despida de su gente en el Estadio Centenario sin perder, aunque tampoco pudo regalarle un triunfo a los hinchas. Ahora quedará sólo el encuentro ante Estudiantes de La Plata para finalizar con el calvario y empezar a pensar en la Primera "B" Nacional. Un campeonato complicadísimo y que no deberá subestimarse, como se subestimó la permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino.