La historia de la verdad del tango es rioplatense y una aseveración porteña, sostiene que es "bien macho". En sus comienzos bailaban entre hombres y hoy en siglo XXI, ellos bailan entre ellos y ellas también. La letra y el sonido milonguero, traerá el 25 de mayo, día patrio, a las 17, la inauguración y el reconocimiento del cantante regional Oscar Obregón, en el espacio de la Casa de la Cultura General San Martín, dentro de la Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi.
El espacio entre fotos e imágenes, tendrá también un estante denominado Biblioteca de Tango Oscar Obregón. Este hombre nació en Villa Urquiza, Posadas Misiones. Entre la edad de 11 y 12 años se muda con la familia a Florencio Varela. Se hace amigo del Pampa Ayala y así comienza a cantar folclore en el Rancho de Fernando Ochoa. La música lo anima y lo ayuda, pero todavía no lo sustenta lo suficiente. A los quince años, organizó un grupo denominado Los Bravos, con una tendencia "nuevaolera ".
Pero al poco tiempo, como el amor, vuelve al fuego del folclore y se integra al grupo los Quebracheros y más luego a Los Cantores del Amanecer. Pero de pronto a los dieciocho años, el amor llama a su puerta y nace su primera hija Karina, luego Alejandro, Silvia y Yésica. Su trayectoria sigue y a los 23 años vuelve a su corazón del folclore y recorre el país. A los 26 años, conoce a Nilda Esther Quiroga y nacen Jimena, Lorena, Vanesa, Christan.
En estos años conoce gente que lo entusiasma con el tango, dice que es su "fuerte", pues tiene voz de "barítono", con una imposición natural. Así comienza a enamorarse de las letras y la música ciudadana, y su mayor gratitud es que durante una noche al cantar en La Barra, Roberto Goyeneche "El Polaco", decide apadrinarlo.
Asimismo también agradece al guitarrista Carlos Larroque y Héctor Trabuco González, ilustre músico de Berazategui, este último. Con estos hombres, Obregón realizó varios trabajos discográficos. El mismo, agradece también la incondicional ayuda laboral del cantante de tango Oscar Ferrari, por haberle brindado enseñanzas de vocalización en sus repertorios.
El historiador Luis Gerardo Barbieri, vio en él su carisma y su apego a la ciudad y su canto varonil, de llevar siempre adelante el nombre de la barriada "solanense" y homenajearlo con el sentir popular.
Gentileza Biblioteca Alberdi de Solano.