Matías Orihuela está preocupado por encontrar la manera de poder cortar con esta racha negativa de una vez por todas. El lateral izquierdo aseguró que la forma insólita en la que a Quilmes se le escapan los partidos le "da que pensar". Además aseguró que deben replantearse varias cosas.

Matías Orihuela no le encuentra la explicación al momento que está viviendo Quilmes. El lateral izquierdo dijo que "esta racha es algo de no creer, nunca imaginamos esto. Es muy difícil entrar al vestuario después de siete derrotas seguidas porque no le encontramos una explicación. Si bien hay partidos que se juegan bien, otros que se juegan mal, no podemos cortar esta racha. Siempre lo mismo, todos los lunes nos encontramos con el mismo panorama, después de las derrotas, y eso nos genera muchas dudas, perdemos confianza. Nunca pensamos mal de nuestro grupo, siempre tiramos para adelante, pero a veces nos da que pensar, por la manera en la que perdemos los partidos. Nos hacen un gol y nos caemos de la cabeza, se hace muy difícil todo. Creo que hay que replantearse varias cosas".

- ¿El pasado sábado sintieron el golpe también después del primer gol de Banfield?
- Sí. Con Banfield fue un cambio anímico radical, porque nos hicieron el gol y nos caímos. En el segundo tiempo, aún con un hombre menos, creo que nos acomodamos mejor, y si bien no jugamos bien, ellos tampoco. Después tuvimos el penal, pero no tuvimos la suerte de concretarlo. Ese fue otro golpe para nosotros, y después ya con ocho jugadores de campo se hizo muy difícil. También fue raro el arbitraje, porque estábamos con diez y se dio lo del Tata (Matías Escobar), que en todo caso era expulsión para los dos, para él y el jugador de Banfield que empezó el tumulto. Pero después de esa roja ya se nos hizo todo muy cuesta arriba.

- ¿Cómo imaginás el partido del viernes?
- Va a ser duro, pero sabemos que de local nosotros nos hacemos fuertes. Tenemos momentos de buen juego y hay que aprovecharlos, y cuando se tiene que ensuciar el partido, hay que hacerlo. Ellos juegan bien, son regulares, pero sabemos cómo juegan, podemos lastimarlos mucho cortándoles el circuito y siendo agresivos, porque no les gusta que le metan. Sabemos que tienen jugadores de buen pie que no hay que dejarlos que jueguen. Lo importante es poder sumar, porque si no cambiamos vamos a seguir en descenso, que es algo que no queríamos. Esto se tiene que cortar de alguna manera, siendo por ahí más agresivos, más "mala leche" en el buen sentido, pero se tiene que cortar como sea.