La letrada quilmeña Mónica Frade, asesora de Carrió en la provincia de Buenos Aires, en diálogo con Gustavo Leocata en su programa “Ir a más” (Radio FAN 103.9 fm), explicó que “esta investigación la iniciamos en noviembre pasado, y tiene que ver con el control de la hidrovía del río Paraná, desde San Nicolás hasta Paraguay. Veníamos investigando, a través de las terminales portuarias, las cargas y descargas, los depósitos fiscales, y fuimos verificando la existencia de contrabando y tráfico de todo, como que la hidrovía era una zona liberada”.
“Encontramos (en las distintas operaciones) nombres como el de José Lucas Gaincerain, que fue un funcionario de máxima confianza de Aníbal Fernández y que lo acompañó en cada cargo que ocupó en la función pública. Su nombre irrumpe a partir de una socia de una de las sociedades que controla la hidrovía”.
“Estas sociedades habían constituido una Unión Transitoria de Empresas con otra radicada en Paraguay que estaba siendo investigada por un fiscal antilavado por ser una empresa fantasma. Para nosotros era fundamental viajar a Asunción, reunirnos con el fiscal, intercambiar información y poder así optimizar la investigación”, explicó Frade.
“Allí también Guillermo Miziano utilizaba un avión de Lázaro Báez para llevar directivos de su empresa que sacaban dinero. Eran vuelos que se hacían en el día. Al mismo tiempo en Puerto Vileta, uno de los puertos de mayor recaudación aduanera en Asunción, le han dado a la UTE una concesión por 20 años en exclusividad, por lo cual es una investigación trasnacional. Esto arranca por el 2010 y todo este grupo es de la localidad de San Nicolás”.

NEGOCIOS Y PODER
“Me han encomendado investigar en la provincia de Buenos Aires y cuando uno va tirando de la cuerda, se encuentra con que por sobre la política están los negocios, que atraviesan incluso a personas de otros sectores políticos. Este es un trabajo complejo pero que hay que hacer, porque la gente necesita saber qué pasó con su dinero todos estos años, y tenemos derecho a reclamar justicia y que devuelvan todo lo que se llevaron”, añadió Frade.
“Creo que para ciertas personas la política terminó siendo una pantalla para distraer, ya que lo sustancial era tener una posición dominante en el gobierno para hacer negocios, y que fuera encubierto, porque la AFIP de Etchegaray fue un gran encubridor. Tenían todo el esquema armado para hacer lo que hacían, ya que tenían hasta los organismos de control”.