Empleados municipales de Quilmes agremiados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) finalmente levantaron el piquete de la avenida Calchaquí y Zapiola, frente al GIRSU, tras recibir el compromiso del Municipio de que reincorporará a las 25 personas a las que no se les había renovado los contratos, de las cuales 5 son delegados. El piquete había comenzado cerca de las 4 de la madrugada y se extendió hasta casi las 16 de este lunes.
Afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado de Quilmes, con la presencia del titular del gremio a nivel provincial, Oscar De Isasi, y el dirigente local, Claudio Arévalo, votó en asamblea levantar la medida de fuerza al aceptar la nueva palabra empeñada por la Gestión Molina de reincorporar a los delegados.
Cabe destacar que habían amenazado con paralizar por 24 horas la recolección de residuos, y áreas municipales como el Hospital Oller de San Francisco Solano, atenciones del servicio local de Niñez, alumbrado, barrido y limpieza, defensorías del Consumidor y del Pueblo, entre otras que forman parte de alrededor de 80 dependencias de paro.
OBJETIVOS
De Isasi decía por la mañana, antes de la resolución del conflicto: “Exigimos la reincorporación de los trabajadores, porque han sido despedidos en base a la decisión de hacer ajuste en el Municipio. En segundo lugar queremos sentarnos a discutir la continuidad laboral de miles de compañeros a los que se les vence su contrato a finales de marzo. Y exigimos el pago a los compañeros que están trabajando todos los días y no les han pegado en 3 meses”.
Por su parte, el secretario general adjunto de ATE Quilmes, Alejandro Quiñónez, hizo hincapié en que “este Gobierno implementó contratos trimestrales, por eso pedimos que se vuelva a la contratación anual. También queremos que se abra la mesa paritaria y convoquen a ATE para que podamos discutir el pase a planta de cientos de trabajadores que están desde hace más de 6 años trabajando en el Municipio”.