Matías Orihuela: el lateral izquierdo fue el jugador más destacado de Quilmes. Si bien en el primer tiempo le costó cuando tuvo a Nicolás Da Campo adelante, en la segunda mitad se sintió más seguro y se mostró sólido, aunque su mejor faceta fue cuando aportó en ataque.
Matías Pérez Acuña: el otro lateral también tuvo un partido aceptable. Quizás no tanto en la proyección, pero sí a la hora de marcar. Estuvo rápido en los cruces, no sufrió tanto por su andarivel y salvó una pelota casi sobre la línea que pudo haber sido gol.
Nicolás Benegas: el llanero solitario. Benegas fue el único delantero que tuvo Quilmes en la cancha de San Lorenzo y jugó a veinte metros del resto del equipo. El atacante no tuvo demasiada participación ofensiva, pero corrió todo lo que le tiraron y peleó solo contra toda la defensa rival.