Los más graves son Diego Sequeira y Juan Olivares. El lateral derecho no pudo entrenarse porque tiene un fuerte golpe en el antepié izquierdo (lesión que lo sacó del partido ante San Martín de Tucumán), la zona está muy inflamada y es casi un hecho que no llegaría para jugar el próximo sábado.
Olivares, en cambio, sufrió durante el encuentro del último sábado una distensión del ligamento lateral interno de la rodilla derecha. Es una distensión grado uno (la más leve), pero será evaluado en la semana.
Si en los próximos días no puede trotar, quedará descartado para el fin de semana y se estima que podría tener alrededor de diez días de recuperación. Diego Ceballos tampoco pudo trabajar a la par del resto, con una contractura en el aductor derecho. Horacio Peralta mejora de la molestia que padece en el aductor izquierdo, pero todavía le molesta cuando remata.
Por último, Dante Senger solamente trotó porque todavía tiene dolores en la articulación de la cadera. La buena noticia fue que Nicolás Romat (que tenía un desgarro en el isquiotibial izquierdo), Richard Pellejero (fatiga muscular en el isquiotibial izquierdo) y Gastón Schmidt (tenía anginas) están recuperados y se entrenaron con normalidad.
 También estuvieron en el Estadio Centenario trabajando en la recuperación de sus lesiones en las rodillas, Sergio Marclay y Jorge Medina. Con las lesiones que hay en el plantel surgen las dudas de cuál será el equipo que jugará ante Chicago, sobre todo por el tema Olivares, ya que es probable que Alfredo González Bordón juegue en lugar de Sequeira. Si el entrenador José María Martínez se decide a poner un enganche definido, Adrián Giampietri podría ser de la partida por Olivares.
Si lo que busca es mantener un volante que pueda sumarse como tercer delantero, con velocidad y desequilibrio, el candidato es Diego García. Lo cierto es que salvo los cambios obligados por lesión, Pancho Martínez está muy conforme con lo que viene haciendo este equipo, por lo que hará la menor cantidad de modificaciones posibles.