Si bien pareciera que ha pasado mucho más tiempo debido a la tensión normal que genera el aislamiento y la cuarentena obligatoria, el domingo se cumplirán recién dos semanas desde que Quilmes jugó al fútbol de manera oficial. Mucho ha sucedido a lo largo de estos casi quince días. A horas de cumplirse esa cantidad de tiempo, un repaso de lo que lo dinámicas que han sido las últimas dos semanas.

El pasado domingo 15 de marzo, Quilmes derrotó como local por 1 a 0 a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, con gol de Leandro González, por la vigésimo primera fecha del campeonato 2019/2020 de la Primera Nacional. Así, cortó una racha de cuatro encuentros sin ganar y quedó undécimo en la tabla de posiciones de la Zona B con 24 unidades, a cinco del último y que está descendiendo, y a nueve del cuarto y último clasificado al reducido por el segundo ascenso. 

Aquél partido se jugó a puertas cerradas, ya como medida preventiva para evitar la expansión del virus COVID-19, a pesar de que muchos jugadores y entrenadores (entre ellos el DT cervecero, Facundo Sava), habían expresado el deseo de que se parara el fútbol debido a la pandemia. 

Ya al día siguiente se empezó a analizar esta posibilidad (por lo pronto El Cervecero suspendió los entrenamientos), y unos días más tarde se resolvió frenar todo. Por eso el plantel de Quilmes, el jueves 19 y un día antes del inicio de la cuarentena obligatoria, se reunió en el Estadio Centenario con dirigentes, el cuerpo técnico y el cuerpo médico, en un encuentro en el que los futbolistas recibieron recomendaciones para evitar el contagio del Coronavirus, y además retiraron materiales de trabajo y un plan de entrenamientos para ir haciendo en soledad, a lo largo del aislamiento, con un plan diferente para los que se recuperan de distintas lesiones. 

Día a día, esos trabajos son monitoreados por los preparadores físicos, que están en permanente contacto con los jugadores. Hoy ya llevan una semana con esta modalidad a la espera de novedades. Además, cobraron el mes de febrero y se fueron a casa al día.

EL CLUB TAMBIEN VIVIO DOS SEMANAS AGITADAS
Pero fuera del fútbol, en el Quilmes Atlético Club a nivel institucional, también fueron sucediendo muchas cuestiones como para repasar. Ya el 15 de marzo, el mismo día que Quilmes jugó ante Gimnasia de Jujuy, la dirigencia decidió suspender todas las actividades deportivas en el fútbol amateur, hockey y sede social de Guido y Paz, con sólo una guardia administrativa para los que deseaban hacer trámites. Esa guardia duró hasta el jueves 19, ya que tras el inicio de la cuarentena obligatoria, el club cerró finalmente sus puertas. 

Pero ese cierre fue para el tema deportivo o administrativo, porque a partir de allí, comenzaría otro club, el enfocado a la sociedad y a la solidaridad. Hace una semana, el club anunció que ponía sus instalaciones a disposición de las autoridades sanitarias provinciales y municipales para colaborar en la lucha contra el Coronavirus. Un día después, el guante fue recogido y el Ejército Argentino se instaló en el Estadio Centenario, donde se armó un centro de logística destinado a operativos y tareas preventivas, además de acciones solidarias como el reparto de comida para los que más lo necesitan. 

Finalmente la dirigencia puso también a disposición las instalaciones de la sede social (como el sector donde se practica patín), en caso de que se necesite instalar camas para la gente que deba ser atendida por el Coronavirus, así como también el predio de Alsina y Lora, que cuenta con una pensión y mucho espacio para distintas necesidades. 

Dos semanas pasaron y parece que fueran mil, desde que se jugaba al fútbol, había actividad deportiva en la sede y en el fútbol amateur. Hoy, los jugadores se entrenan en sus casas, el Centenario es base del Ejército y la sede y el predio de Alsina y Lora están disponibles para alojar gente. Impensado, pero lamentablemente real y necesario, porque a la pandemia la frenamos entre todos.