Según recordó la mujer, el día que dio a luz a Malena “estuve internada porque el embarazo no avanzaba y ella no crecía en mi panza. Después de tres semanas decidieron adelantar el parto. Cuando me enteré fue un día terrorífico: había venido para un control y como tenía presión alta quedé internada. Esa misma noche me llevaron al quirófano y tuve el parto”. 

La cesárea fue normal, le permitieron estar consciente y cuando la niña salió al mundo ella la pudo conocer: “La primera vez que la vi fue en ese segundo después de que salió de mi panza. La operación fue hermosa y la partera divina, me incorporaron y me la dejaron ver. Nació con 1060 gramos, su cabecita era del tamaño de una naranjita envuelta en unas sabanas pequeñas, que corrí para darle un beso”, detalló. 

INTERNACIÓN
Desde allí fue al sector de Neonatología de la Clínica. “Fue un proceso largo, de unos dos meses. Estuve todo el tiempo que fue posible con ella. Ahora que tiene 6 años veo que ella creció maravillosamente. El cuerpo médico que nos acompañó es maravilloso, ellos lo saben y por eso estuvimos hoy acá. Después de 6 años, verla a ella crecer sabemos que en gran parte es por el esfuerzo y dedicación que ponen las enfermeras, doctores y hasta la gente de limpieza. Es un equipo maravilloso al que estamos eternamente agradecidos”, manifestó la madre.