Los detectives de la Policía Bonaerense ingresaron a una vivienda con la misión de detener a uno de los once presos que el miércoles se escaparon de la comisaría 3º de Quilmes, pero debieron llevarse a la mamá.
La mujer, de 61 años, fue sorprendida in fraganti. Los uniformados pidieron autorización y la fiscal Karina Gallo, que investiga la fuga, autorizó la detención de la mujer por lo que encontraron en su casa.
La detenida quedó a disposición de la Justicia Federal de Quilmes por tenencia de estupefacientes para la comercialización, por la Ley de Estupefacientes 23.737, que es del ámbito federal.